Vicente Bordils, presidente del Comité de Exportadores de Cítricos, y Joan Mir, director general de Anecoop, denunciaron ayer, una vez más, la imposibilidad material de exportar naranjas y clementinas valencianas a países como Japón, China, Corea del Sur y la India, pese a haberse prometido infinidad de veces, desde sucesivos gobiernos de España, que la apertura de dichos mercados representaría un sólido futuro para que el sector citrícola diversificara destinos.
Lo más sorprendente es que existen protocolos de exportación con Japón, Corea y China, negociados y firmados hace tiempo entre los respectivos gobiernos de dichos países y el de España. Sin embargo, a la hora de la verdad impera la imposibilidad material de venderles naranjas y clementinas del país que es líder mundial, con cuatro millones de toneladas exportadas en la última temporada. Sólo cuando, hace unos años, hubo una helada en California y falló el suministro desde allí, japoneses y coreanos abrieron algo la mano. Pero por lo general mantienen férreas condiciones que impiden que el exportador valenciano peuda entrar. A menudo exhiben supuestas exigencias fitosanitarias que no son más que tapaderas de barreras comerciales, ante el silencio de todos.
A China llegaron hace años dos contenedores de clementinas de prueba. Los despidieron aquí las autoridades a bombo y platillo. Luego se perdieron en el puerto de Shanghai y no se ha vuelto a saber.
Con la India se negocia un protocolo desde hace más de diez años y nadie sabe cuándo y cómo acabará.
FUENTE: LASPROVINCIAS.ES
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