JOSÉ MARÍA SADIA La Sociedad Española de Agricultura Ecológica impulsó junto a la Diputación el alumbramiento de Ecocultura hace ahora ocho años. Su director técnico, Víctor Gonzálvez, describe la buena salud de la feria, convertida en «una referencia» en el calendario actual. Miembros de la SEAE estarán este fin de semana en Ifeza para consolidar el apoyo del organismo a la iniciativa de la institución provincial.
-¿Dónde arranca la actividad de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica?
-La sociedad nació años atrás con el fin de dar soporte técnico y científico al sector de la agricultura ecológica, algo que no tenía en ese momento y que ha sido necesario para que fuera reconocida como lo es hoy en día.
-¿Cuál ha sido la evolución de la producción alternativa?
-En un principio fue difícil que llegar a un reconocimiento como una alternativa real de producción, fue encuadrada como una denominación de calidad. Poco a poco se han ido viendo los beneficios que aporta a la sociedad, desde la protección del medio ambiente hasta la mitigación y adaptación al cambio climático, remarcadas por diferentes estudios. Ha habido etapas de reconocimiento relativo y hoy ya es una alternativa real.
-En la era de la imagen y la comunicación, es fácil perderse en términos como natural, verde, ecológico? ¿Cómo definiría qué es ecológico y qué no lo es?
-Efectivamente, tendemos a simplificar el concepto. Nos imaginamos que es algo sin aditivos ni productos químicos y efectivamente esa es una de las partes. Debemos ir más allá: la producción ecológica permite cerrar el ciclo, ahorra energía y mantiene el suelo vivo y fértil.
-¿La agricultura ecológica sigue su buen ritmo de crecimiento en medio de la crisis actual?
-Efectivamente, la superficie crece año tras año. Los últimos datos convierten el país en el primer país europeo por territorio cultivado, algo que permite salvar a los productores de la crisis.
-¿Cómo se percibe lo ecológico desde el punto de vista del consumidor?
-En general, la tendencia tiende a cambiar de manera tímida, pero lo ecológico es desconocido y los consumidores lo confunden con los alimentos certificados de calidad. La gente debe saber que este tipo de agricultura mejora el campo y el medio rural, aunque es difícil trasladar este mensaje y hay mucho trabajo por hacer todavía.
-¿A qué porcentajes entre producción intensiva y ecológica debemos llegar? ¿Debe permanecer como algo minoritario?
-Nosotros pensamos que la producción ecológica puede ser la totalidad, no renunciamos a este objetivo porque es factible. Esto se ve mejor a medida que se agrava la crisis, cuando los recursos son menores, el agua escasea y la biodiversidad se pierde.
-Zamora está a la cabeza del sector, ¿es la única forma que tienen los agricultores de ver el futuro con esperanza?
-Zamora tiene producciones que fácilmente puede transformarse en ecológico y el futuro camina por ahí porque ya se está demostrando es una alternativa real.
-¿Suena fuera de Zamora la feria Ecocultura?
-La sociedad participó en el impulso de la primera edición en colaboración con el personal técnico de la Diputación. Una de las cuestiones que con el tiempo quedan claras es que Ecocultura se ha ido consolidando, es una cita fija en el calendario y un encuentro importante que convoca a gente de diferentes partes. Además, hay que destacar el carácter innovador de la feria, que cada año aporta cosas diferentes.
-¿Hay campo mucho más allá del sector agroalimentario en el territorio ecológico?
-La ventaja que tiene el sector agroalimentario es que está regulado por la normativa europea, con un reglamento común para los 27 países. En otros campos, como la bioconstrucción, todavía no hay una regulación, que ayudó mucho a conocer el producto agroalimentario en el pasado. De hecho, la agricultura alternativa ya se incluye, por primera vez, en la Política Agraria Común (PAC).
-Varios importadores vienen este fin de semana a interesarse por los productos locales, ¿hay mercado en Europa para esta producción?
-Existe un alto interés en muchos países por la producción agrícola en ecológico, especialmente por los cereales. Es una lástima que en España vayamos siempre a la cola porque aquí el consumo de este tipo de productos no crece, aunque tampoco decrece.
-En Zamora ha crecido la apuesta de las bodegas por el vino ecológico para subsistir en un mercado saturado...
-Nosotros hemos estado acompañando el reglamento del vino, una vieja aspiración en el sector mediterráneo ecológico. Los vinos son de buena calidad y es un producto reconocido más allá de Europa, incluso en Estados Unidos. Pensamos que es un valor importante que va a aportar diferenciación al sector.
-¿Qué mensaje dirigiría a la sociedad para concienciar a los ciudadanos de los beneficios de la alimentación ecológica?
-En general, tiene muchos beneficios. Está en manos de pequeñas y medianas empresas, lo cual hace que se apueste por una agricultura más cercana. El consumidor debe ver que consume productos de buena calidad, con un elevado contenido de nutrientes, y además apoya el medio rural. De esta manera, el ciudadano contribuye al desarrollo del sector.
Fuente: laopiniondezamora
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