El sector del ovino es uno de los más golpeados por la crisis económica, hecho que se traduce a la perfección con un gran descenso de la cabaña ganadero desde hace una década y que se va a prolongar aún más en el tiempo. “Sin duda, ése es el principal indicador de que algo va mal; cada vez hay menos ovejas y los ganaderos abandonar la explotación ante la alarmante falta de rentabilidad”.
Así lo reconoce Víctor Rodríguez, gerente de Copasa, quien señala además, que las jornadas se han celebrado en el recinto ferial, “con el objetivo de dar a conocer a los profesionales nuevas técnicas para intentar conseguir más rentabilidad y productividad en las explotaciones y conocer cuál será el futuro de las ayudas de la PAC”, dijo.
Precisamente, las subvenciones procedentes de Europa centraron gran parte de la jornada ya que se ha producido una reducción de las mismas, aspecto que puede verse compensado por la producción amparada bajo las figuras de calidad. También se dieron las claves sobre los últimos avances sanitarios, “con el objeto de mejorar la producción de las explotaciones”.
Por último, Víctor Rodríguez explicó que otro de los aspectos que influye de manera negativa en un sector arrasado por la crisis es el “descenso del consumo. Se ha notado mucho que la gente no come lechazo o lo hace en contadas ocasiones y hay mucho ‘stock’ al que no se le puede dar salida. La situación no es nada fácil y en un futuro cercano no va a cambiar·, concluyó.
Fuente: latribunadesalamanca
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