España es una potencia agroalimentaria y este hecho le está permitiendo aguantar mejor la crisis en este sector, gracias a las exportaciones y al buen trabajo de los sectores agrícola y ganaderos. Así lo ha puesto de manifiesto el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, al asegurar que nuestro país se sitúa en octavo puesto de exportación de productos agroalimentarios, con unas ventas totales por encima de los 86.000 millones de euros y unas cifras de exportación de 36.000 millones, lo que supone un 12,6% de la todas las exportaciones españolas, para aportar un saldo positivo en la balanza comercial de 6.000 millones de euros.
El ministro, que clausuró ayer la asamblea general de la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (Cesfac), resaltó los sectores de frutas y hortalizas, aceite, bebidas, pescados y carnes, y despojos comestibles, «con una clara vocación exportadora» como los responsables de estas buenas cifras.
El Gobierno, según Arias Cañete, está impulsando mecanismos para potenciar la rentabilidad económica de las explotaciones, como son la mejora de la cadena alimentaria y la integración de cooperativas agrarias y ganaderas. Otro de los puntos en los que está trabajando su departamento es en impulsar las líneas estratégicas para la internacionalización del sector agroalimentario, consistente en aumentar las exportaciones y favorecer la distribución de nuestros productos en aquellos mercados menos explotados.
En clave comunitaria, la prioridad del Gobierno va a ser que la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) otorgue un margen suficiente para que se pueda adaptar a la diversidad productiva y agroindustrial española a las directrices comunitarias.
fuente: abc.es
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