Llevar un producto milenario a su máxima excelencia, a base de calidad, investigación y pasión. Es lo que se propuso hace décadas el Marqués de Griñón, Carlos Falcó, cuando decidió ser ingeniero agrónomo, un sueño que se materializa ahora en un libro, "Oleum", que acaba de salir a las librerías.
Aunque su madre quería encaminarle a la carrera militar, cuando vio trabajar a su abuelo en la almazara de su finca de Toledo, con tan solo 15 años, despertó su pasión por este producto, al que comenzó a dedicarse hace una década con la colaboración de su hija Xandra.
Así lo ha explicado el marqués en una rueda de prensa en su finca Dominio de Valdepusa, perteneciente a la familia desde 1292 y que ha abierto sus puertas a un grupo de periodistas para desvelar los secretos de sus tesoros 'gourmet'. Tres aceites y ocho etiquetas de vino líderes en canales de distribución de alto nivel, con una gran proyección internacional y exportación en treinta países.
La filosofía de la familia está basada en el concepto de pago -pequeña finca de viñedo y olivar con almazara o bodega propia- con el uso de la tecnología más avanzada y un minucioso cuidado del proceso.
En el caso del aceite, las ediciones son limitadas, con no más de 1.500 botellas por variedad y un diseño que recuerda al de los perfumes, con el objetivo de "convertir una materia prima de hace cinco mil años en un producto de lujo", ha reiterado el marqués.
¿Cultura de la "cantidad"?
"Estamos acostumbrados a la cultura de la cantidad, pero tenemos que cambiar el chip. No puede ser que seamos el primer productor mundial de aceite y no valoremos lo que tenemos. La situación actual es muy mala, pero podemos conquistar el mundo y para eso lo primero es dar credibilidad a nuestro producto", ha argumentado.
El libro, "Oleum", reivindica precisamente esa tesis, con un recorrido histórico que recoge la importancia que ha tenido el desarrollo del "oro líquido" en la civilización occidental desde la primera producción documentada en Siria hace cinco milenios.
"El aceite era la luz de las ciudades, el centro de la Dieta Mediterránea, un cosmético, un producto medicinal y un lubricante para los carros de los ejércitos", ha recordado Falcó.
Ha subrayado la importancia de sus propiedades saludables, con componentes como los polifenoles y la vitamina E, que se documentan con varios estudios recopilados en el libro.
Sin embargo, ha lamentado que en España "muchos consumidores no creen en la verdadera calidad de sus aceites" porque "hay muchos falsos virgen extra y un gran desconocimiento de su forma de producción".
"Poner la marca sobre la mesa"
En este sentido, ha apoyado la normativa anunciada por el Gobierno para prohibir las aceiteras rellenables en los restaurantes, después de que Bruselas aplazara la decisión a nivel comunitario: "Tener un producto con marca en la mesa es fundamental para valorarlo".
El precio de los aceites de oliva virgen extra Marqués de Griñón puede oscilar alrededor de los 14 euros una botella de medio litro, un precio muy por encima de los de gran consumo, con los que no busca competir, según ha remarcado Xandra Falcó, la primera ejecutiva de la empresa familiar.
"Tiene que haber aceites para todo; cuando un aceite es de calidad, es bueno para cualquier cosa, pero estos son perfectos para consumir en frío. Si se fríe, matas todos los antioxidantes", ha añadido la también consejera delegada de la compañía, centrada en una innovadora almazara antioxidativa que empezará a funcionar en septiembre.
Una mano de obra intensiva, conocer a la perfección la velocidad de molturación, catar las distintas partidas de aceite a pie de almazara, porque cada una es diferente, y evitar que la aceituna pase más de dos horas en el molino para que no se rompa y pierda propiedades, son algunos de los secretos de su producción.
Por cada diez kilos de aceituna, ha explicado Xandra Falcó, Marqués de Griñón produce un litro de aceite.Unas claves que el marqués, de 74 años, viticultor y formado en las universidades de Lovaina y California, ha potenciado en sus viñedos desde 1974, pionero en la aplicación de tecnologías como el riego por goteo o sensores de humedad para evitar el desperdicio del agua, y programación del riego, con estaciones meteorológicas instaladas en la finca.
"Oleum" es su segundo libro -también publicó "Entender el vino", en 1999- que ha tardado ocho años en terminar y ya tiene varias ediciones en alemán.Ahora sale publicado en italiano y en español, y tendrá su versión inglesa. "Soy el primer español al que han dejado publicar un libro en italiano sobre aceite", ha bromeado.
FUENTE: EFEAGRO
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