Los agricultores almerienses han tenido la Navidad más dulce de los últimos cinco años gracias a las cotizaciones que han logrado durante el otoño. No obstante, los precios no son tan elevados como para llegar al éxtasis ni solucionar los problemas de rentabilidad de los últimos años. Por ello, los responsables de las organizaciones agrarias los califican solamente de “aceptables”, si bien es cierto que son, según ha explicado el presidente de Asaja-Almería, Francisco Vargas, “los mejores desde la campaña 2007-2008”.
Dos factores muy importantes, como son la climatología y la producción, se han unido para hacer posible esta subida de precios. Y es que, el frío ha llegado antes en comparación con campañas anteriores, tanto a la provincia de Almería como al resto de Europa. Ello ha provocado una disminución de la producción, por lo que, como ha asegurado el secretario provincial de COAG-Almería, Andrés Góngora, “se han regulado los precios, pero no hemos sido nosotros los que lo hemos conseguido, sino la climatología”.
A estos dos importantes factores se les ha unido el tradicional aumento de pedidos de hortalizas que tiene lugar cada año de cara a las fiestas navideñas, lo que ha provocado que los picos máximos de precios se hayan registrado en torno a la mitad del mes de diciembre.
No obstante, bien es cierto que a algunas producciones les ha faltado precio. Es el caso, como ha especificado Francisco Vargas, “de las berenjenas, que han estado muy mal de precio y las subidas finales de su cotización no han conseguido acabar con la pérdida de rentabilidad que arrastran desde el comienzo de la campaña”. A principios del nuevo ejercicio agrícola, que comenzó, como cada año, en el mes de septiembre, también registraron precios muy bajos otros productos, como es el caso del calabacín y el pepino tipo Almería. Si bien es cierto que después fueron a más semana tras semana.
Todo ello ha llevado a un mayor ajuste de la oferta y la demanda, lo que ha hecho más complicado a las grandes cadenas de distribución europeas ejercer la ya típica especulación en los precios finales de los productos hortofrutícolas.
Los comerciales del sector no han dado abasto con tantos pedidos, que han sido en muchas ocasiones superiores a la producción disponible, lo que ha permitido vender las hortalizas de la provincia a precios más elevados que en campañas anteriores.
Comparativa de precios
La mayoría de productos ha experimentado un progresivo aumento de su precio desde el comienzo de la campaña, registrando la mayor subida en torno al 15 de diciembre. Es el caso, por ejemplo, de calabacines, pepino tipo Almería, berenjenas largas, pimientos California rojos, así como los pimientos morrón rojo y verde.
La climatología se ha encargado de regular el ajuste entre la oferta y la demanda
Así, los calabacines subieron poco a poco de precio hasta superar los dos euros el kilo de primer precio a mediados de diciembre, mientras que el pepino tipo Almería, por su parte, comenzó la campaña a tan solo 0,28 euros el kilo y llegó a venderse, también a mediados del mes pasado, hasta a 1,09 euros. El pimiento California rojo, por su parte, osciló entre los 1,18 y los 1,21 euros el 15 de diciembre, mientras que los pimientos morrones llegaron a venderse, a mediados de diciembre, en torno a 1,30 euros el kilo; los rojos.
Mención aparte merece el tomate que, como ha explicado Andrés Góngora, “es un producto del que la provincia de Almería tiene poca cuota, por lo que le afecta mucho más la competencia de países terceros, en este caso muy especialmente del Reino de Marruecos”. Así, esta fruta, que no obstante es el producto que más se cultiva en la provincia, comenzó la campaña con precios más que aceptables, si bien coincidía con los momentos de menor producción, mientras que, a medida que Marruecos comenzó a introducir producto, el precio fue a la baja.
Bajada de precios
Tras el mejor otoño de cotizaciones para el campo de los últimos cinco años, los últimos días de esa estación y los primeros del invierno se caracterizaron por una bajada generalizada de los precios. Desde las organizaciones agrarias señalan al final de los pedidos de los clientes europeos de cara a la Navidad, así como a la repentina subida de las temperaturas, que han llegado, incluso, hasta los 23 y 24 grados centígrados de máxima en el poniente almeriense, como responsables de esta caída de los precios. Francisco Vargas ha recordado que “lo que menos nos interesa es contar con temperaturas cálidas en invierno, esperamos que bajen lo antes posible para que se logre regular de nuevo la producción”.
Fuente: Valencia Fruits
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