El Departamento de Salud ha alertado de las graves consecuencias del consumo de setas tóxicas que en 2011 provocaron que 33 personas tuvieran que ser atendidas en Cataluña por intoxicación, por lo que ha recomendado que tan sólo se coman aquellas especies que se sepan reconocer de forma inequívoca. La consellería ha recordado hoy por medio de un comunicado que tan sólo se han de recoger las setas de especies comestibles conocidas, que presenten un buen estado de conservación y que se sepan identificar de forma clara, y subraya que ante cualquier duda no hay que ingerirlas en ningún caso.
Además, recomienda que no se cojan setas de especies comestibles que broten en los jardines de las ciudades, ya que pueden acumular metales pesados y otros tóxicos.
La consellería recuerda que en la identificación hay que tener en cuenta que, tras la lluvia y en función del grado de maduración, las setas pueden modificar características como el color, sus dibujos, el aspecto de las láminas y el pie, lo que puede contribuir a la confusión en su identificación.
En este sentido, se desaconseja confiar para la identificación de fotografías o láminas y hay que contar siempre con el asesoramiento de un experto.
Ante la aparición de los primeros síntomas de intoxicación, se recomienda ir de forma inmediata a un centro sanitario para que la persona afectada reciba el tratamiento adecuado, ya que en buena parte de la eficacia de este depende de la celeridad con la que se actúe.
Por ello, señalan los expertos, es también conveniente llevar los restos que se tengan de las setas ingeridas para que los especialistas las puedan identificar, la aplicación del tratamiento más eficaz.
Además, se recomienda que si otras personas han comido las mismas setas reciban también asistencia médica, aunque no presenten síntomas de intoxicación.
En 2011, los hospitales catalanes atendieron a 33 personas con sintomatología de intoxicación por setas, 30 de las cuales tuvieron que ser ingresadas.
El año pasado, un anciano murió intoxicado en Mataró tras consumir una seta recogida en una zona urbana de este municipio.
En caso de intoxicación, la sintomatología varía según la especie que la haya producido, aunque los efectos más comunes son dolores de estómago fuertes, sudor frío, vómitos dolorosos y continuados, diarreas fétidas y abundantes, vértigos, delirios, períodos alternativos de crisis y calma, entre otros.
Los primeros síntomas se pueden presentar al cabo de pocos minutos de haber ingerido las setas, aunque las intoxicaciones más graves y peligrosas se manifiestan tras unas 8 o 10 horas.
fuente: agroinformacion
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