Mujeres en riesgo de exclusión social, desempleados y jóvenes emprendedores se unen en un proyecto para el cultivo de cereales como recurso para ganarse la vida.
El Ayuntamiento de Barlovento ha organizado en colaboración con la asociación agroganadera El Frescal el proyecto "Sembrando tradiciones, recolectando empleo", que busca recuperar la siembra del trigo en la localidad como alternativa a la crisis económica y el desempleo.
La alcaldesa, Vanessa Rodríguez, informó de que esta iniciativa de valor paisajístico y medioambiental "cuenta también con una gran labor social", ya que participarán mujeres en riesgo de exclusión social, desempleados del municipio y jóvenes emprendedores "que ven en la siembra de cereales una posible salida profesional".
Para el desarrollo de este programa se llevarán a cabo diferentes actuaciones que girarán en torno a charlas formativas, asesoramiento sobre este cultivo y talleres prácticos. El objetivo es que los vecinos de la localidad tengan a su disposición todas las herramientas necesarias para proceder a la producción de este cereal, "que ha sido fundamental para el sector socioeconómico" de Barlovento, según afirmó la regidora local. Además, el ayuntamiento se valdrá de las tierras "procomunales" como recurso para desarrollar este programa.
La iniciativa se pondrá en marcha el próximo martes, día 19 de febrero a partir de las diez y media de la mañana, en las Llanadas de Bona, donde se encuentra el suelo a disposición de los alumnos y se procederá a la siembra de los cereales con semillas autóctonas que han sido donadas por la asociación El Frescal. Además esta jornada contará con la participación de los mayores del municipio que aportarán su experiencia y explicarán las prácticas tradicionales del trigo, "que convirtió durante décadas a Barlovento en el "granero de la Isla", tal y como apuntó Vanessa Rodríguez, quien subrayó que este programa se irá desarrollando con diferentes actividades dirigidas al fomento del cultivo de cereales, que se espera recolectar en verano.
Los organizadores de esta acción son conscientes de que la demanda que existe de trigo palmero y de calidad. La Isla ya casi no tiene cereales, después de que su producción haya ido cayendo de forma paulatina y alarmante en los últimos años. Llegó a superar los 1,4 millones de kilogramos. Ahora, en la actualidad, no supera los 25.000, lo que se ha producido, básicamente, por el abandono de las medianías en casi todos los municipios.
Pese a la reducción de la oferta, lo poco que se sigue cultivando es de primera calidad. Las propias a asociaciones agroganaderas reconocen que "la falta de producción" ha impedido cerrar contratos en la venta de gofio con grandes superficies, que, como es lógico, exigen una cantidad fija con plazos de entrega cerrados, pese a llegar a contar incluso con el apoyo de la Reserva Mundial de la Biosfera, en la elaboración en 2010 de un gofio de mezcla palmero, que denominaron Taber. El Frescal trata de recuperar estos cultivos.
Fuente: eldia.es
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