AGRO 2.0 ESPAÑA El cultivo de alcachofa se extiende un 20% en la Vega por su rentabilidad

La superficie de terreno agrícola cultivada con alcachofa en la Vega Baja ha experimentado un crecimiento del 20% en comparación con la campaña del 2011, según las primeras estimaciones de la Asociación de Jóvenes Agricultores de Alicante (Asaja). La rentabilidad de un producto cuyo precio en origen está resistiendo la crisis y la vuelta al campo de una parte de la población que se ha quedado sin empleo, parecen ser los dos principales factores que explican el incremento productivo de una planta que, ahora más que nunca, se ha convertido en el oro verde de la comarca. 

Conocer con exactitud la extensión de tierra sembrada con esta flor en la Vega no es posible puesto que son muchos los propietarios de pequeños terrenos que, debido a las dificultades para incorporarse al mercado laboral , han decidido apostar por la actividad económica tradicional de la comarca como forma de obtener algo de ingresos. Los últimos datos de la superficie total cultivada con alcachofa en la Vega Baja, extraídos del informe anual de Asaja publicado en 2011, indican que las plantaciones ocuparon entonces una extensión de 1.373 hectáreas repartidas entre 26 de los 27 municipios de la comarca. Son las localidades de Orihuela, Almoradí, Pilar de la Horadada y Callosa de Segura las cuatro principales productoras de alcachofas con 270, 195, 195 y 155 hectáreas de terreno dedicadas a este cultivo, respectivamente.
Según vaticina el presidente de Asaja Alicante, Eladio Aniorte, la extensión cultivada se ha incrementado en cerca de un 20%, por lo que la superficie sembrada con esta planta rozaría ahora las 1.650 hectáreas.

Climatología
Aunque todavía no es posible hacer una estimación del volumen de producción total de alcachofas que habrá durante esta temporada, el presidente de Asaja considera que se podría ver incrementado entre un 10% y un 15% en comparación con el pasado año. Aun así, matiza que tanto la calidad como la cantidad que se produzca finalmente de este alimento puede variar mucho en función de las condiciones climatológicas que se den durante los meses que quedan de invierno y hasta mayo, cuando se da por finalizada la campaña.
Desde Asaja apuntan a que el aumento de agricultores que se decantan ahora por cultivar alcachofas se debe principalmente a que la crisis no se ha cebado con los precios que reciben los agricultores al vender este producto a los comercializadores, que ronda el euro por kilo, una cantidad que cubre los costes de inversión y posibilita la obtención de beneficios.
Aunque la tendencia de la última década en volumen total de superficie cultivada en la Vega ha sido negativa, pasando de 42.800 hectáreas en el año 2002 a 36.883 en 2011, se podría estar produciendo un punto de inflexión motivado por la crisis, que estaría impulsando que numerosos vecinos retomen de nuevo la actividad agraria en la huerta del Segura.

Fuente: diariolainformacion.com