El sector hortofrutícola almeriense ha reaccionado con frialdad al anuncio oficial por parte de la Cámara de Comercio de que este año no se llevará a cabo Expo Agro y que, en su lugar, se va a intentar celebrar un congreso internacional que atraiga el interés de los productores y compradores de todo el mundo.
El motivo es muy sencillo. Los empresarios agrícolas de la provincia conocían desde hace tiempo la situación, de ahí que a nadie le haya sorprendido. Tal como aseguró anteayer el presidente de la institución cameral, Diego Martínez Cano, ha habido reuniones con empresarios, además de administraciones y organizaciones agrarias, encuentros que, finalmente, no han servido para levantar el ánimo, principalmente, del sector, para poner en marcha un nuevo certamen.
Esa falta de "ilusión" y "convencimiento" al que hizo referencia Martínez Cano por parte del empresariado agrícola almeriense provoca que sobre Expo Agro planee el fantasma de la desaparición, pues el vacío del año en curso y la pasividad del sector hortofrutícola son dos factores que juegan en contra de que el certamen pueda retomarse, como mínimo, en 2014.
El campo almeriense, que dice sentirse poco identificado con Expo Agro y, sobre todo, con sus organizadores, un 'divorcio' que comenzó hace ya años, no ha aceptado ninguna de las alternativas que la Cámara de Comercio le había puesto encima de la mesa para intentar salvar la feria agrícola.
Los empresarios han renunciado a unificar Expo Agro con Expo Levante y también se han negado a celebrar la primera cada dos años, emulando el carácter bienal de la nijareña, para que ambas fueran complementarias y no se solaparan en primavera en aquellos ejercicios en que tienen lugar las dos.
El desencuentro ha sido tal que al sector hortofrutícola ya no le servía ninguna opción, pues se ha aferrado a Fruit Attraction desde su primera edición, en 2009, apoyándola desde el primer minuto, pues no en vano la coorganiza Fepex, la Federación Española de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas, a la que pertenece Coexphal. El tejido empresarial agrícola se escuda en que en Madrid sí hace negocio y que allí están todos los compradores internacionales, mientras que Almería se ha convertido en un escaparate institucional sin ningún objetivo.
Fuente: elalmeria.es
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