Un nuevo año complicado para la agricultura y la ganadería españolas ha sido 2012, marcado por una fuerte sequía, una disminución en el presupuesto del Ministerio y las comunidades autónomas y la amenaza de un fuerte recorte que podría imponer Bruselas con la reforma de la Política Agrícola Común (PAC). Sin embargo, algunos aspectos como la renta agraria -que fue un 1,1% superior a la del 2011, hasta los 22.442 millones de euros-, y ciertos, aunque muy leves, síntomas de mejoría en la actividad arrojan algunas luces. Aún así, este ligerísimo aumento de la renta agrícola no compensa las caídas de años precedentes, por lo que se mantiene en valores de 1992, según la organización COAG.
Con todo, estos indicios de mejora «deberían ser convenientemente aprovechados con la puesta en marcha de medidas de mercado, una apuesta por el I+D+i, el pago de ayudas pendientes, la diferenciación de los productos y la mejora de estrategias comerciales», asegura el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado. Las exportaciones en algunas sectores como frutas y hortalizas o aceite de oliva fueron positivas, llegando cada vez a más países y consolidándose en los ya existentes. Algunos sectores ganaderos, especialmente porcino y avicultura, los envíos fuera de nuestro país han salvado una difícil situación debido al encarecimiento, un año más, de las materias primas.
La exportación hortofrutícola creció un 10% respecto al año anterior, superando los 9.500 millones de euros, según datos de la organización Fepex. El mayor consumo de frutas y hortalizas en los hogares provocó un crecimiento de un 2% hasta octubre, totalizando 7.364 millones de kilos. El año 2012 estuvo también marcado por la ratificación del Protocolo Agrícola del Acuerdo de Asociación entre la UE y Marruecos y la posterior denuncia de los productores ya que el país magrebí no ha respetado los precios de entrada previstos en el acuerdo, así como la cláusula de salvaguarda.
China se abre al aceite de oliva
El sector del aceite de oliva, pese a una disminución muy significativa de la producción, en torno al 50%, según el presidente de la Interprofesional del Aceite de Oliva, Pedro Barato, lo que ha provocado un aumento de los precios, pero insuficiente para compensar la subida de «imputs». Pese a todo, gracias a las exportaciones, que siguen creciendo año tras año se ha compensado la situación. Actualmente, el 65% de la producción española, la mayor del mundo, se envía fuera de nuestras fronteras. Las ventas han aumentado no sólo en los países europeos de nuestro entorno gracias a unas acertadas campañas de promoción, sino que están abriendo nuevos mercados como en China, México o Rusia. Especialmente interesante es la penetración el el gigante asiático, donde los aceites españoles acaparan ya el 60% del mercado chino. Hasta septiembre las ventas crecieron en este país un 41,27%.
Respecto a los cultivos herbáceos, desde la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) destacan que la cosecha de cereales ha sido escasa (un 30% menos), lo que unido también a una menor producción mundial ha desembocado en un aumento de los precios, dato positivo para el agricultor y malo para el ganadero, que ha visto como se le ha vuelto a encarecer la alimentación animal.
2012 ha sido desastroso para el sector lácteo
Otras producciones como los cítricos han sufrido mermas en sus cosechas. En naranjas, la temporada está siendo parecida a la anterior, pero con precios más bajos. Y en cuanto a las clementinas es de destacar una disminución en torno al 40%, compensada con buena calidad. Se espera que la recolección se híbridos como la clemenvilla sea similar a la anterior.
En el sector vitivinícola, la campaña ha resultado de las más bajas de los últimos años, con una producción de 33,5 millones de hectolitros, un 13,2% menos que la campaña anterior, según datos del Ministerio de Agricultura. El hecho que Italia y Francia también hayan producido menos ha motivado un incremento en el precio de la uva y del vino. Por otra parte, continúa el debate sobre la liberalización de las plantaciones, lo que ha sido objeto de críticas por parte de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA).
Otros cultivos como el tabaco, se han mantenido estables, mientras que el algodón ha sufrido graves pérdidas por las continuas precipitaciones caídas durante el otoño en Andalucía. En cuanto a la remolacha, las entregas de este producto en la zona norte ofrecen unas perspectivas optimistas y con una reducción de la superficie sembrada en el sur.
Dificultades para la ganadería
El año ha sido particularmente malo para la ganadería, especialmente para el vacuno de leche, que fue calificado por el presidente de Asaja, Pedro Barato, como «desastroso». Este sector ha asistido a una doble crisis, la de costes de producción, con una de precios en origen que están lastrando la viabilidad de las explotaciones debido a la falta de rentabilidad, lo que está provocando el cierre de numerosas explotaciones, en algunos casos, hasta tres en un día. Destaca el gran desequilibrio existente en el poder negociador entre los distintos eslabones de la cadena, con el ganadero incapaz de hacer frente a la presión de la gran distribución y de la industria a la hora de fijar los precios. Además, los productores denuncian que los hipermercados venden el litro de leche más barato como precio reclamo. Todo esto desembocó por primera vez en una huelga de entrega de leche en Galicia. Un poco de oxígeno para el sector supuso la obligatoriedad de establecer contratos previos, cuyo precio debe cumplirse, y la decisión de Mercadona de pagar más a los ganaderos por el litro.
Otros sectores como vacuno de carne y porcino, pese a los elevados costes de producción están muy volcados hacia la exportación. Ningún sector se ha librado del alza de los precios de las materias agrícolas. En el caso del porcino, la alta especialización está ayudando a capear la crisis.
Respecto al porcino ibérico, el sector está muy revuelto a causa de la iniciativa del Ministerio de Agricultura de regular la norma de calidad de sus productos, que no parece dejar satisfecho a nadie, especialmente a los productores de ibérico puro de dehesa.
En cuanto a ovino y caprino, sigue el declive desde hace tiempo, con una disminución de la cabaña ganadera (cinco millones de cabezas en los últimos cinco años).
La avicultura ha tenido que hacer frente a la exigente normativa de bienestar animal, que ha obligado en muchos casos a disminuir la producción y al cierre de explotaciones. Los niveles de consumo de esta carne han sido estables.
En apicultura, la sequía sufrida en los primeros meses del año que provocó pérdidas en la producción se ha visto agravada por las importaciones de miel china.
La reforma de la PAC, en el horizonte
La reforma de la PAC, que debería entrar en vigor el 1 de enero de 2014 se ha visto relegada por la ralentización del debate financiero dentro de la Unión Europea (UE), y dado el escenario de crisis generalizada todo apunta, según las organizaciones agrarias que la reforma desemboque en un recorte, que según estiman en la UPA podría rondar el 20%. En este sentido, Barato asegura que habrá que estar pendiente de las perspectivas financieras de la UE con vistas a la reforma de la PAC el próximo año. El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, ha indicado que todo parece apuntar a que se pueda prorrogar el actual presupuesto.
En cuanto a nivel interno, COAG alerta del «tijeretazo» del 25,4% en la aportación del Estado a la agricultura para este año, lo que deja el presupuesto en un tercio de lo que era hace cuatro años.
Desde UPA se critica la falta de voluntad política del Ministerio de Agricultura para sacar adelante dos de sus principales iniciativas: la ley de integración para las cooperativas y la ley de mejora de cadena agroalimentaria, en lo que también coincide COAG. Ambas organizaciones critican los sucesivos retrasos que ha sufrido este proyecto desde que se anunció en la toma del ministro Arias Cañete, y lo achacan a los «profundos desacuerdos que hay dentro del propio Gobierno».
AVA-Asaja, por su parte, insta al Gobierno a aprobar la ley para la mejora de la cadena alimentaria, pese a las reticencias de la Comisión Nacional de Competencia (CNC), lo que permitiría lograr un seguro de costes, medidas de estabilidad, un código de buenas prácticas y una PAC que exija reciprocidad con las importaciones de terceros países. Estos permitiría crear muchos puestos de trabajo, según la organización agraria y convertir al «sector agroalimentario en un primer escalón para salir de la crisis». En este sentido, Barato calificó de «talibán» la actitud de la CNC.
Fuente: abc.es
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