Pablo Linares, el director de la marca de garantía Castaña del Bierzo, encargada de evaluar la calidad de las castañas de cada cosecha, señaló la importancia de que este típico producto berciano sea incluido en la nueva reforma de la PAC. «Los propietarios de castaños podrían recibir una ayuda para el cultivo. Por pequeña que sea, ayudará a aumentar la producción de castañas, anticipó. «Pueden ser 100 euros por hectárea o menos, lo que se estipule en Bruselas», aclaró Linares.
No obstante, para Pablo Linares, lo más importante es la implicación que tendría este cambio de denominación de planta forestal a árbol frutal. «Las consecuencias van más allá de las ayudas por hectárea. El reconocimiento del castaño como cultivo facilitaría otras políticas de desarrollo, producción y transformación, haciendo de la castaña un cultivo productivo. Pondría al sector en el mapa», remarcó el director de la marca de calidad.
Por ejemplo, los numerosos castaños centenarios que se encuentran en el Bierzo podrían recibir ayudas para su conservación. «No sólo supondría una ayuda para mantener la producción, además el árbol productor sería un recurso natural a preservar», explicó. En definitiva, a su juicio, revitalizaría la castañicultura.
Fuente: diariodeleon
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