A falta de poco más de dos meses para que entre en vigor la nueva ley de la Generalitat Valenciana que regula el sector ganadero y que obligaba a todas las explotaciones a hacer modificar sus infraestructuras e incrementa los controles sobre sus productos finales, el 85 por ciento de las granjas de la provincia de Castellón ya se han ajustado a la normativa.
Un cambio que permitirá pasar los controles del Gobierno autonómico a partir del 1 de enero de 2013, pero que ha supuesto un gran desembolso económico para los ganaderos «y que hemos tenido que afrontar pese a la difícil situación actual para poder seguir trabajando», manifestaba el secretario provincial de la Unió de Llauradors, Vicent Goterris, quien también mostraba su convencimiento de que el 15 por ciento restante «lograrán adaptarse antes de final de año».
Para ello, eso sí, han sido muchos los ganaderos que, de nuevo, han tenido que ajustar sus cabezas de ganado, lo que traerá una nueva caída de la producción. «No nos quedaba más remedio y cada cual ha echado mano de lo que podía. Lo cierto es que las soluciones han sido de lo más variopintas, pero en muchos casos, al final, hemos tenido también la ayuda de los ayuntamientos para hacer el cambio», indicaba Goterris.
Fuente: lasprovincias.es
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