ASAJA de Castilla y León ha criticado el recorte de las partidas públicas destinadas a apoyar a un sistema nacional de seguros agrarios, un sistema que ha costado más de treinta años construir y que surgió a raíz de los Pactos de la Moncloa, y que los sucesivos zarpazos presupuestarios pueden acabar desmantelando. Según los cálculos de ASAJA, una explotación cerealista media, de unas 200 hectáreas, tendrá que pagar este año unos 1.200 euros más para suscribir el seguro creciente de cultivos herbáceos, la línea más extendida en nuestro campo, y que se tramita en el mes de diciembre. Sumando las más de 1,2 millones de hectáreas aseguradas en la región, los agricultores de Castilla y León tendrán que asumir este año más de 10 millones de euros a mayores para sufragar las pólizas.
Este aumento del precio se debe al desmantelamiento del apoyo que hasta ahora prestaba la Junta de Castilla y León al aseguramiento agrario (que en los presupuestos de 2012 quedó literalmente en “0” euros), sumado al recorte para este mismo capítulo aplicado por el Ministerio de Agricultura en el presupuesto en vigor este año. Pero es que además, como denuncia ASAJA, las perspectivas para el próximo año son aún peores, dado que en los presupuestos para 2013 el Magrama ha aplicado un nuevo mazazo a esta línea, que supondrá para esa explotación media de 200 hectáreas pagar otros 800 euros al abonar la póliza. Así pues, sumando los recortes de este año y el siguiente, en 2013 el agricultor tendrá que pagar de su bolsillo unos 2.000 euros más para asegurar sus cultivos.
Paralelamente, el recorte del apoyo al seguro supondrá un problema más para el maltrecho sector ganadero, ya que se mermará la subvención de Enesa a pólizas costosas como la que cubre al ganado vacuno o la recogida de cadáveres, que además es obligatoria. Como ejemplo, el seguro de explotación de ganado vacuno, para una granja de ochenta animales, significa este año 2012 pagar 630 euros más, que serán 770 euros en 2013. Al final, todos estos obstáculos desgastan y destrozan el frágil equilibro de los profesionales de la ganadería.
ASAJA califica este hecho de “muy peligroso, porque el sistema nacional de seguros es uno de los mayores logros de la agricultura española en los últimos treinta años, ya que significa un garante de la profesionalización del sector frente a problemas o inclemencias incontrolables, especialmente en un país como el nuestro, de grandes extremos climáticos”. Para ASAJA, “desmantelando el seguro se hace un daño económico a los agricultores, pero además se retrocede a una agricultura desprotegida y desprofesionalizada que en caso de cualquier riesgo no va a tener otra salida que la protesta y el subsidio”.
El presidente de ASAJA de Castilla y León, Donaciano Dujo, advierte que con este presupuesto “se corta el aire y se desactiva el mejor paraguas que tienen los agricultores y ganaderos, que es el sistema de seguros, una reclamación que está en la esencia de las organizaciones profesionales y que ninguna crisis debería echar por tierra”.
Además, Dujo señala que este incremento de los costes tendrá una “traducción directa” en los niveles de aseguramiento, “porque en muchas zonas el agricultor echará sus cuentas y se preguntará si de verdad le merece la pena pagar una póliza”. Hay que recordar que la contribución estatal y autonómica, convalidada además por las autoridades de la Unión Europea, ha sido determinante para garantizar el desarrollo del sistema de seguros.
Castilla y León significa una cuarta parte del aseguramiento agrario del país, los porcentajes de cobertura superan en todas las provincias el 50 por ciento de la superficie y en algunas, como Soria, Burgos, Valladolid y Palencia, están por encima del 70 por ciento. El cultivo más asegurado es el trigo, seguido por la cebada, el centeno y la avena.
Fuente. infoagro
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