LA UNIÓ de Llauradors señala que el recorte del presupuesto de la Conselleria de Agricultura para 2013 es del 23%, con una cifra de 71,2 millones de euros menos que el previsto para este año. En los últimos dos ejercicios ha bajado un 36% con una pérdida absoluta de casi 120 millones de euros.
Es la tercera Conselleria que más baja sus presupuestos. Desciende además por primera vez en la última década de la barrera psicológica de los 300 millones de euros (240.583.280 euros), lo que pone de manifiesto que las políticas de mejora y competitividad del sector agrario pierden peso específico respecto al presupuesto global de la Generalitat a pesar de la grave crisis por la que atraviesan los agricultores y ganaderos valencianos. Prueba de lo anterior es que en 2001 el presupuesto representaba el 4,77% del global de la Generalitat y que a partir de ese año ha ido disminuyendo hasta llegar a situarse en el 1,88% en 2013. La importancia agraria para el Consell en materia presupuestaria ha bajado un 61% en el transcurso de los últimos trece años.
Conselleria de Agricultura tiene adscritos también dos entes autónomos con presupuesto propio dentro de la Generalitat: la Agencia Valenciana de Fomento y Garantía Agraria y el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias. El primero aumenta su presupuesto un 15% mientras que el órgano investigador baja un 15%.
Esta continuada caída de las dotaciones presupuestarias afectan directamente a la capacidad inversora. En este sentido, los fondos para inversiones se reducirán un 26%. Por lo que se refiere a la capacidad inversora de la Conselleria de Agricultura con recursos propios, ésta baja hasta el 42%. Los gastos de personal y funcionamiento se ven reducidos un 8% pero con el recorte global aumentan su importancia en los presupuestos de Conselleria de Agricultura al pasar de representar el 26% en 2012 al 31% de 2013. Casi un tercio del presupuesto va a esta partida.
Por programas destaca el importante recorte del 46% en las líneas de estructuras agrarias, del 38% en la gestión e infraestructuras hidráulicas, del 35% en la comercialización, del 36% en el desarrollo rural, del 32% en concentración de la oferta y cooperativismo ahora que el Gobierno plantea un proyecto de ley sobre este tema. Resaltar así mismo la reducción de las ayudas a la explotación en común en un 12%, la de reestructuración de cultivos en un 51% o las políticas ganaderas un 4%. En el lado positivo de la balanza reflejar la apuesta de la Conselleria por la política de seguros agrarios, cuya partida incrementa en un 25% cuando otras comunidades autónomas la han abandonado.
LA UNIÓ es consciente que en la coyuntura de crisis actual, y aún más la de la Generalitat, no hay recursos económicos suficientes, pero cree que se podrían redistribuir de forma más eficiente en beneficio del sector. Si con los presupuestos de los últimos años la Generalitat no ha sido capaz de mejorar la situación del sector agrario ni tampoco vertebrarlo, con una nueva reducción tan relevante parece conducir a los agricultores y ganaderos valencianos al abandono de su actividad.
Ramón Mampel, secretario general de LA UNIÓ, dice que "es un presupuesto que no va a servir para hacer frente a la grave crisis de un sector que es estratégico para la economía valenciana, tanto desde el punto de vista económico (exportación, creación puestos trabajo, industria auxiliar, etc.), como desde el punto de vista social y medioambiental". Mampel indica que "el sector agrario valenciano tiene inminentes retos como el de la adaptación a la normativa de seguridad alimentaria, la de bienestar animal, la nueva reforma de la PAC o más competencia en los mercados con la entrada en vigor de los acuerdos con terceros países como Marruecos; por lo que este brutal recorte ayudará bien poco a afrontarlos en condiciones adecuadas"
Fuente: boletinagrario
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