El Ayuntamiento de Ascó ve con muy buenos ojos el proyecto para construir una planta de biogás en el pueblo que se abastecería, entre otros, de los macrófitos o algas visibles del Ebro, donde se reproduce la temida mosca negra. Así lo ha comunicado el consistorio en una reunión que ha celebrado conjuntamente con la Unió Empresarial de Ascó (UNIMASCO), que promueve este proyecto.
De esta manera, el Ayuntamiento asegura que "existe una muy buena predisposición para que todo tire adelante" y que precisamente "este es un proyecto que encaja con la política de diversificación económica que desde hace años se está impulsando desde el consistorio" para buscar alternativas a la industria nuclear.
Asimismo, el consistorio ha solicitado a UNIMASCO toda la información referente al proyecto que se pretende presentar a Europa para obtener fondos del programa LIFE+, para que sus técnicos lo estudien "con detenimiento" antes de que se presente.
En todo caso, el Ayuntamiento asegura que está dispuesto a invertir el millón de euros necesario (cantidad que tienen que invertir los socios del mismo proyecto según el programa LIFE+) en caso de que Europa financie el resto, un millón y medio más, y que trabajarán "para que la propuesta sea entregada a Europa antes del día 26", cuando expira el plazo para formar parte de la convocatoria de ayudas del programa LIFE+ del año que viene.
Los empresarios de UNIMASCO han salido "animados" de la reunión, pero prudentes. "Este es un proyecto que cuadra con las expectativas del ayuntamiento, le quieren dar su apoyo, pero nos han dicho que antes de incorporarse como socios quieren revisar toda la documentación", ha manifestado el presidente de la entidad, Angel Bret.
Aun así, los empresarios ven "claro" que la propuesta "se podrá presentar en esta convocatoria". "Se tiene que hacer rápido, pero todavía tenemos unos días antes del 26", según Bret.
El proyecto de UNIMASCO pretende crear una industria "postnuclear" a partir de la construcción y explotación de una planta piloto de energía renovable basada en la producción de biogás, con el tratamiento de una mezcla de residuos orgánicos y cultivos energéticos.
La peculiaridad del proyecto radica en que la producción de este combustible provendría, en parte, de los macrófitos del río Ebro, hecho que tendría una incidencia directa en la lucha contra la mosca negra, que utiliza la acumulación de las algas 'potamogetony myriophyllum' para reproducirse y expandirse.
La otra parte del combustible procedería de la implantación experimental de cultivos energéticos que serían triturados e incorporados al sustrato de la planta de producción de biogás.
Según sus impulsores, la nueva planta podría generar una treintena de puestos de trabajo, y su presupuesto total es de 2,5 millones.
Fuente: agronformacion
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