El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, confía en que la reforma de la política agrícola se cierre en el primer semestre de 2013, aunque advirtió hoy de que dependerá de que la UE logre pronto un acuerdo sobre el próximo marco presupuestario.
El ministro explicó a la prensa que España tiene previsto intensificar los contactos durante octubre y noviembre, tanto con la Eurocámara como con la Comisión Europea (CE), de cara a la recta final de las negociaciones de la Política Agrícola Común (PAC).
Tras una reunión con los consejeros autonómicos de Agricultura y representantes del Ejecutivo comunitario, Arias Cañete indicó que los primeros seis meses del próximo año serán "decisivos" para concluir las negociaciones.
Durante la actual Presidencia chipriota de turno de la UE, que concluye en diciembre, se tratará de avanzar todo lo posible "incorporando los temas más sensibles de nuestra posición española", señaló.
España, añadió el ministro, debe luchar por "conseguir una PAC bien dotada financieramente" y que se pueda aplicar a nivel nacional "de manera que mantengamos el potencial productivo de todas las comunidades autónomas y de todas las orientaciones productivas agrarias y ganaderas".
Arias Cañete indicó que en el encuentro hoy con el jefe de gabinete del comisario de Agricultura (Dacian Ciolos), Georg Haeusler, y con miembros de la Dirección General de Agricultura de la CE, pudo comprobar que Bruselas conoce perfectamente los problemas de España.
"Hemos trasladado cuáles eran los ejes fundamentales de preocupación de España en la reforma (...) y lo que hemos podido comprobar es que la CE conoce estos problemas, sabe que están encima de la mesa", señaló.
Sobre las medidas que incluye la propuesta de reforma de la PAC para hacer una agricultura más ecológica, que se han convertido en uno de los principales escollos en las negociaciones, el ministro admitió que "hay muchas divergencias entre los Estados miembros".
No obstante, valoró que España ya haya conseguido que entre las prácticas ecológicas se reconozca que todos los cultivos leñosos entran en la categoría del llamado "greening" (vincular la percepción del 30 % de las ayudas a nuevos condicionantes medioambientales) al igual que las medidas agroambientales y los pastos permanentes.
A pesar de esos avances "sigue habiendo muchos problemas", reconoció el ministro, que añadió que "lo único que está claro es que los que quieren suprimir totalmente el "greening" no son mayoría en el Consejo ni en el PE".
España espera conseguir, al final, que las medidas que vinculan los pagos directos a las prácticas ecológicas sean fáciles de cumplir para los agricultores y que "incluyan a priori muchas superficies que no tengan que hacer esfuerzos adicionales".
Fuente: lainformacion
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