AGRO 2.0 España: Alimentos silvestres y vida saludable

Goierriko Baratza, establecimiento dedicado a la venta de productos ecológicos y de caserío, inquieto y preocupado por todo lo que tiene que ver con la salubridad de los alimentos, ha organizado para las 7 de este tarde, en Barrena, una charla presentación del libro 'Silvestre, comestible y creativo', que acaba de publicar Dawamoru Fernández Urdangarin, que mantiene cierto vínculo con Ordizia, donde vivió dos años, si bien se reclama ciudadana del mundo.

Su lema 'Cuanto menos necesitas más rico eres', que adereza con su planteamiento en favor de una propuesta de cambio social, desde el ámbito de la agricultura natural y la soberanía alimentaria, que se fundamenta en tres pilares: considerar la alimentación como un derecho humano básico, reclamar para todos los pueblos y Estados el derecho a definir sus propias políticas agrícolas, y poner en el centro de estas políticas a quienes producen los alimentos: agricultores, granjeros y pescadores.
Nacida en Donostia, el periplo familiar le trae a Ordizia, donde como decimos vivió 2 años. «Además -añade- es en Ordizia, donde acompañada por el aita, Luis Silanes, descubro cada miércoles de feria los productos de la agricultura tradicional, la estacionalidad, el caserío, etcétera». De regreso a Donostia, al finalizar el Bachillerato, se traslada a estudiar a Londres, urbe que le acaba agobiando y de donde sale en busca de espacios naturales, búsqueda que le lleva a Colombia, y a partir de ahí a Ecuador, Perú, Bolivia, India, Nepal, etcétera.
A lo largo de este peregrinar, apunta, «comprendí las desigualdades y vi que la sociedad de consumo desmesurado, de unos cuantos, existe a costa de la pobreza de otros tantos». «Estando involucrada en proyectos de permacultura (la relación sostenible entre los grupos humanos y el laboreo de la tierra) y campesinado en el Ecuador reconocí la importancia de la soberanía alimentaria como derecho humano y planetario, es algo que nos concierne a todos los habitantes de este enorme barco en el que navegamos microorganismos, plantas, animales y seres humanos. Una cuestión -apunta- que únicamente puede tener visos de arreglo si el Norte; el primer mundo se conciencia de la desigualdad en la que vivimos».
«Nos comemos el planeta, apetito estimulado por las grandes industrias multinacionales de la alimentación, sin darnos cuenta de que los recursos alimenticios también son limitados», afirma.
Alimentación sostenible
Esta visión del mundo y de las cosas le trajo un día a Galicia donde, al día de hoy, todavía existe y se dan modos de de alimentación basados en la recolección de recursos silvestres, que propician una forma de consumo y cocina saludable, nutritiva y carismática que acompaña a los movimientos de decrecimiento, sostenibilidad y autogestión tan necesarios. «En Gipuzkoa, no hace tantos años, en determinados ámbitos, la bellota era parte de la dieta», asegura.
Después de haber dado infinidad de talleres y charlas, quedaba claro que todo ese recopilatorio de costumbres y tradiciones de esa alimentación basada en una nutrición natural y saludable había que recogerlo en una publicación, y de esta manera surgía su primer libro 'Silvestre, comestible y creativo' que es un recetario en el que se combinan las bellotas, castañas, algas, hierbas y flores comestibles con todo lo que se cultiva ecológicamente en el huerto.
Recetario que no queda ahí sino que se convierte en transmisor de la nueva cocina reivindicativa. Esa que cuestiona los orígenes de todo aquello que consumimos, que apuesta por los productos y productores locales, por una forma de vida más digna y comunitaria, por un mundo rural vivo y desenvuelto, por una conservación de la naturaleza. «Una propuesta valienteque no protesta, una reivindicación justa que ilustra».
Entre recetas, cuentos y crónicas, este libro muestra una vía humilde para aprovechar, mirando con ojos nuevos pero con una sabiduría muy antigua, la inmensa riqueza que nos rodea y que está a nuestra libre disposición.
«Al consumir flores, semillas, frutas y plantas silvestres, nos alimentamos de vida que vive al margen de nuestra locura comercial. Al alimentarnos de forma silvestre, creativa y sostenible abrimos un mundo nuevo de oportunidades en el plato y en nosotros mismos».
«Un modo de vida -concluye- basado en la recuperación de las tradiciones alimentarias que se puede llevar a cabo en nuestras casas con los utensilios que disponemos».

Fuente: diariovasco.com