8.000 solicitudes recibe al año la Consejería de Agricultura de Extremadura para, entre otros asuntos, contar con el visto bueno oficial a algo tan sencillo como una poda. No parece muy complicado resolver una petición así pero lo cierto es que esos trámites se ralentizan hasta medio año. El retraso lo cuantificó ayer José Antonio Echávarri al presentar un nuevo decreto de aprovechamientos forestales que simplificará buena parte de esos expedientes y rebajará el tiempo de espera de sus solicitantes. Será posible porque Agricultura desarrollará una autorización abreviada. En algunos casos, la burocracia no se aligerará, como en el de podas muy relevantes o descorches en nuevas superficies.
La tramitación administrativa para la realización de aprovechamientos forestales y otras actividades (repoblaciones, densificaciones, cambios de especies forestales...) será más rápida, subrayó Echávarri, tras la aprobación en Consejo de Gobierno de una norma autonómica. Lo que hace el Ejecutivo es poner en marcha una autorización abreviada, sustituir un gran número de actuaciones del actual régimen de autorizaciones por comunicaciones previas y autorizaciones abreviadas, aliviando los trámites.
Se aplicarán «por su sencillez o urgencia» a determinadas cortas de arbolado, eliminación de pies secos dispersos, cortas por riesgo para personas o bienes y en una superficie arbolada continua inferior a 1.000 metros cuadrados. También para la corta de ramas en podas sanitarias, por estorbo en caminos y por riesgo para personas.
El resto de actividades reguladas se someterán al procedimiento simplificado de comunicación previa, en el cual podrán comenzarse los trabajos sin más requisito que su presentación con entre 5 y 10 días de antelación, según los casos. Serán, entre otras actividades, para podas de formación y apostados (respetar el mejor brote y quitar el resto) ; descorches de alcornoques cuando sean en las mismas condiciones que el turno anterior y limpieza y retirada de restos de árboles derribados por de fenómenos naturales.
No obstante, Echávarri ha matizado que no será siempre posible esa simplificación. Por su «mayor complejidad» continuarán sometidas al procedimiento de autorización las cortas de árboles, las podas, apostados o resalveos (aliviar la espesura de una planta) donde más del 20% de las ramas o pies tienen más de 18 centímetros de diámetro en la base, los descorches en nuevas superficies, los cambios de especie forestal arbórea y las forestaciones y reforestaciones.
De otro lado, el consejero anunció ayer que se convocan ayudas para mejorar las producción y comercialización de productos apícolas. Habrá 1,7 millones, la mitad del dinero procedentes del Feaga europeo. La otra mitad la ponen a partes iguales el Gobierno y la Junta.
Fuente: hoy.es
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