AGRO 2.0 ESPAÑA: Agricultura pide que los motores de riego sequen los arrozales para que se desintegre la paja

Ya no saben qué hacer con la paja del arroz. Tras la prohibición de la Unión Europea de quemar los restos de la cosecha, el mismo problema se repite año tras año: la paja del arroz se queda en los campos y se pudre en el agua, lo que provoca procesos de fermentación que afectan a la calidad del agua de l'Albufera contaminando el lago. El origen del problema se conoce, no así su solución. 

Por ello, la Conselleria de Medio Ambiente convocó ayer a los sindicatos agrarios del denominado "Tancat d'Arrocers" para proponerles un nuevo plan a seguir, una vez más "experimental". El proyecto consiste en emplear los motores de riego para extraer el agua de los campos y "secarlos". "El agua regresa a las acequias y de esta manera los restos de la cosecha se quedan en el arrozal seco, y con el sol y el tiempo el objetivo es que la paja del arroz se desintegre por sí misma y se funda con la tierra", explicó ayer el concejal de Pedanías de Valencia Vicente Aleixandre.
Sin embargo, para que el plan "experimental" funcione los motores deben estar en marcha de forma continuada y, sobre todo, no debe llover en 20 días o un mes o de lo contrario la iniciativa será un fracaso. "Si se consigue que la paja del arroz se descomponga y que el agua no suba a los campos el plan puede funcionar porque luego, con tres o cuatro litros de agua, se creará una especie de fango y cuando se inunden los campos la paja del arroz ya no se pudrirá porque no estará", aclaró Aleixandre, quien aseguró que en el término de Valencia esta iniciativa ya se ha probado "y funciona". "El problema es que no tiene que llover y eso es complicado".
Otra alternativa "experimental" para solucionar el problema de la paja de arroz es tratar los campos ya segados con un producto que acelera la mineralización de la paja y su descomposición, de manera que cuando a los pocos días se inunden de nuevo los arrozales ya haya desaparecido y no se pudra, que es lo que acaba dejando las aguas del lago negras.
Sin embargo, Aleixandre explicó ayer que los agricultores no son partidarios de este sistema ya que "los técnicos no pueden asegurar que el producto no afecte a la tierra ni se sabe qué podría pasar si durante el proceso el terreno se moja porque llueve. No hay muchas garantías así que, por el momento, está descartado en grandes parcelas".

Fuente: levante-emv.com