Terraza Garbo, en Madrid. Foto: Efeagro/ Paladar Comunicación.
Es una opción que no todos los locales pueden permitirse, porque su coste es muy elevado y muchos los trámites burocráticos -solo en Madrid hay 21 procedimientos distintos, correspondientes a cada distrito- para solicitar una licencia, que suelen conllevar un elevado coste.
A pesar de ello, muchos propietarios hacen el esfuerzo con la esperanza de incrementar su facturación en el que consideran el peor momento de la restauración en los últimos cinco años -el año pasado sufrió una caída de ventas del 6,2 %-, con un descenso acumulado de los ingresos del 22 %, unos 13.000 millones de euros menos.
"El impacto de las terrazas en el conjunto de la hostelería española es muy difícil de medir; tenemos 8.000 municipios que se rigen por sus propias normas, pero sí podemos decir que la superficie se ha doblado en los últimos dos años", ha indicado a Efeagro el presidente de la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR), Emilio Gallego.
Gallego reconoce que, a pesar de las dificultades que genera para muchos locales la apuesta por las mesas al aire libre, "es algo que todos buscan, y que, dependiendo de cómo se enfoque el negocio, puede representar prácticamente la totalidad de su facturación".
El efecto de la Ley Antitabaco
Además de recordar el impulso que supuso para las terrazas la entrada en vigor de la Ley Antitabaco en 2011 -"que marcó un antes y un después en el sector"-, Gallego ha apuntado que "se han diversificado mucho".
"La categoría de las terrazas ha mejorado mucho, hay mejores estructuras, y muchas tienen un carácter permanente. Esto supone casi un cambio cultural que nos pone a nivel europeo. Nadie habría imaginado una terraza de invierno hace diez años en España", ha indicado.
El verano es el punto más alto del consumo al aire libre, pero el calor extremo tampoco lo favorece; la puesta de largo de las terrazas es en primavera y aunque las altas temperaturas se han hecho de rogar este año muchos establecimientos reforman sus espacios, los inauguran o, simplemente, los visten de gala.
Novedades de la temporada
En Madrid destaca esta primavera la nueva propuesta del Museo Thyssen, que ha decidido sumar a la oferta gastronómica de su restaurante ("El Mirador del Thyssen") una terraza de tres niveles, muy llamativa por su arquitectura y que espera convertirse, según sus creadores, "en un lugar de referencia para los turistas".
Otra propuesta -muy diferente- es la de la discoteca "69 pétalos", que este año ha optado por ampliar su horario en la sala nocturna con un restaurante especializado en langostas y hamburguesas, y que el bar contiguo al local tenga su propia terraza.
"La terraza es un espacio que permite que la gente disfrute en la calle, hay que dar rendimiento al bar y dar la posibilidad, a quien no quiera entrar en la discoteca, de tomarse una buena copa al aire libre", ha explicado a Efeagro el propietario del local, Jorge Albi.
También resurgen propuestas clásicas como la mítica "Cien Llaves", un oasis en el centro de Madrid que apuesta por los arroces melosos; o el espacio de "Le Cabrera", un diseño futurista para disfrutar de una amplia carta de cócteles.
Con propuestas para todos los gustos los hosteleros esperan al menos dejar de oír por unos meses la palabra crisis; que las terrazas sean, un año más, un respiro para el sector y para quien se siente a disfrutarlas.
Fuente: efeagro
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