Estuve de viaje esta semana y atravesé las provincias de Santa Fe y Buenos Aires, tanto el lunes como el miércoles, las imágenes que me dejó el viaje fueron peor de lo que creía, a los costados de la ruta se ve la real dimensión de las inundaciones, el efecto que provocarán aún no se puede estimar, pero podemos calcular algunos aspectos.
El retraso en la siembra
Las recientes lluvias han obligado a permanentes cambios en los planes de siembra de granos gruesos, que continuarán modificándose hasta mediados de diciembre, para concretarse de la manera en que se pueda, más allá de lo planificado inicialmente.
Estos cambios violentos generarán secuelas negativas, entre las que sobresale el atraso en la siembra de maíz, cuya implantación podría llegar a desplazarse hacia fechas tardías, lo que generaría riesgos en el momento de cosecha, ya que ésta se produciría bien entrado el otoño con mayores probabilidades de precipitaciones y menor radiación, que afectarían el proceso de recolección.
Esta situación provoca una convergencia hacia una de las únicas alternativas, la soja. Los productores tienen la esperanza de poder sembrar la oleaginosa en los lotes hoy encharcados en siembras más tardías. No obstante, las siembras tardías traen aparejados riesgos y menores potenciales de rendimiento.
¿Qué pasa cuando se atrasa la fecha de siembra de soja respecto de la ideal, que incluye los meses de octubre y noviembre, según región y variedad? Se reducen los rindes potenciales, primero de manera moderada y luego en forma acentuada. Según un informe de CREA, en las siembras tardías se estimaron pérdidas de 28 kilos de soja por día de atraso en cultivos implantados en ambientes óptimos; de 23 kilos por día para ambientes medios y de 16 kilos por día para ambientes con limitaciones importantes.
Según un relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires difundido ayer, hasta el momento en soja sólo se logró implantar el 3,6% de una superficie proyectada con 19,7 millones de hectáreas. En esta oleaginosa hay un retraso del 8,9 por ciento respecto de igual época del ciclo pasado. “Esta demora en la implantación es consecuencia de las fuertes lluvias registradas durante el inicio de esta semana, las que volvieron a descargar abundantes precipitaciones sobre gran parte de la región central de nuestra área agrícola, justamente donde se concentra actualmente la mayor actividad de siembra”, destaca el informe de la Bolsa de Cereales porteña.
En el caso del maíz, ya se sembró el 40% de una superficie proyectada para grano comercial de 3,4 millones de hectáreas. En este cereal, hay “un gran retraso interanual de 16,8 puntos”, de acuerdo con la entidad.
El cálculo a esta altura es que cerca de 5 millones de hectáreas se ven afectadas por anegaciones o encharcados que provocan estas complicaciones.
No todo es siembra
Pero más allá de lo que podemos dimensionar en las estimaciones de la cosecha gruesa, en lo inmediato el efecto de las lluvias se está sintiendo en la producción de carne y especialmente sobre la leche.
Muchos animales se han quedado con poco espacio para pastar y esto ha decidido a los ganaderos a enviar sus animales a la Feria, provocando una baja en el precio, que seguramente se sentirá la semana próxima.
En la leche la imposibilidad de atravesar algunos caminos rurales ha provocado que productores tengan que tirar su leche ante la imposibilidad de sacarla del tambo. Pero las complicaciones no se acaban ahí, sucede también que por el clima las vacas comen mal y esto está influyendo en la producción, se estima que la recolección de octubre fue de entre un 7 u 8 % menor que la del año pasado.
Fuente: agro.infoclima.com
© 2024 Creado por AGRO 2.0. Tecnología de
¡Necesitas ser un miembro de AGRO 2.0 para añadir comentarios!
Participar en AGRO 2.0