El pasado 1 de enero, tras años de trabajo, el sector porcino español dio el último paso en el cumplimiento de la normativa europea de bienestar animal. A día de hoy, la totalidad de las granjas de porcino de España cumplen la normativa europea de bienestar animal. El objetivo de esta normativa es establecer las normas mínimas para la protección de los cerdos, al mismo tiempo que contribuir a la mejora y mantenimiento de la competitividad de las exportaciones ganaderas creando así un mercado de mayor calidad compatible con el modelo europeo y que permita ganar posiciones en mercados exteriores. Según señala en un comunicado Interpoc, la organización Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca, os consumidores son los grandes beneficiarios del "salto cualitativo", además de impulsar la economía nacional.
Según este comunicado, amparado bajo la nueva normativa, el sector porcino español sigue evolucionando y afronta el 2013 realizando un importante salto cualitativo que beneficiará tanto a los animales como a los propios consumidores. En este sentido, durante los últimos años los ganaderos españoles han realizado un gran esfuerzo y una importante inversión económica, llevando a cabo las reformas necesarias para adaptar las infraestructuras de sus granjas. Estos cambios han supuesto una modernización de las instalaciones con el fin de ofrecer a los animales un mayor espacio y más confortable, así como unas condiciones de vida similares a su hábitat natural.
Con todas estas medidas, los animales tienen una mejor calidad de vida, ya que su alimentación, descanso y desarrollo se lleva a cabo en las mejores condiciones, pensadas específicamente para su bienestar. Bienestar que se traduce en una mayor calidad de los productos destinados a los consumidores, grandes beneficiarios en consecuencia de esta normativa.
Asimismo, consideran que el sector porcino se ha convertido en un importante motor de la economía española, representando más del 14% del PIB industrial y generando más de dos millones y medio de empleos, de los cuales cerca de 200.000 son puestos de trabajo directos. Gracias a él, se ha creado un amplio tejido industrial, formado por miles de pequeñas y medianas empresas repartidas por toda la geografía nacional y que proporcionan empleo a millones de familias, especialmente en las zonas rurales. Asimismo, hay que señalar que el sector impulsa importantes proyectos de investigación que promueven la innovación e igualmente la generación de empleo.
Además de mejorar las condiciones de vida de los animales, las nuevas condiciones promueven la competitividad del sector porcino español, el cual posee una clara posición de liderazgo en el contexto europeo y mundial. Gracias a una fuerte inversión en investigación, la implantación de moderna tecnología y la especialización de la mano de obra, nuestro país es el cuarto productor de carne porcina a nivel mundial y el segundo productor comunitario.
Las exportaciones de porcino español no han dejado de incrementarse en los últimos años, llegando en la actualidad a comercializar más de 1 millón de toneladas de una amplia gama de productos de la más alta calidad en la práctica totalidad de los mercados exteriores. Hecho que no habría sido posible sin el grandísimo esfuerzo que han realizado los ganaderos españoles con el fin de adaptar sus granjas a la nueva normativa.
El bienestar Animal es por tanto, según la nota de Interporc, un elemento diferenciador del Modelo Europeo de Producción, el cual desarrollan los ganaderos españoles para ofrecer a los consumidores unos productos del cerdo con los mejores estándares de calidad, sanidad, medio ambiente y bienestar animal del mundo y que contribuyen a potenciar la economía de nuestro país.
Fuente: agroinformacion
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