El piñón, es un arbusto perenne que se desarrolla bien en zonas secas y en terrenos degradados, de baja fertilidad, que no son apropiados para otros cultivos.
En el Ecuador se encuentra desde el nivel del mar hasta los 1500 metros.
El Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias, INIAP, está investigando este cultivo con la finalidad de obtener variedades y tecnologías adecuadas para la producción, procesamiento e industrialización de sus semillas, de donde se extrae aceite que es usado como biocombustibles.
Los agricultores usan al piñón como cerca viva, y tradicionalmente sus frutos han sido utilizados en la fabricación de jabones caseros. Dependiendo de la edad de las plantas, zonas de cultivo y uso de riego, se puede obtener producciones entre uno y diez toneladas de semillas por hectárea.
Heriberto Mendoza técnico de la Estación Experimental Portoviejo del INIAP, señala que en general, en las plantas silvestres de piñón los artrópodos, ácaros, insectos, arácnidos, no son problema fitosanitario, pero en monocultivo pudieran serlo, por lo que su impacto deberá ser estudiado. Una de las potenciales plagas, señala Mendoza, es el ácaro blanco P.latus que ocasiona en el piñón una destrucción severa de los brotes. Al Piñón se le puede multiplicar por semillas o por estacas.
La siembra puede ser directamente en el campo o por plántulas producidas en viveros y transplantadas con 30 o 45 días de edad.
La germinación de la semilla tarda de 6 a 10 días.
Fuente: procitropicos.org.br
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