Grupos financieros y multinacionales alimenticias se están volcando al negocio de la tierra, en los últimos cinco años entre 50 y 80 millones de hectáreas pasaron de pequeños agricultores a especuladores.
Un informe ONG Grain conocido esta semana no duda en calificar como “un auténtico robo de la tierra” en beneficio de los intereses especuladores de la grandes multinacionales.
El director de la ONG, Henk Hobbelink, manifestó que “Hay un acaparamiento de tierras. En los últimos cuatro o cinco años vemos una nueva tendencia en el comercio alimentario, con multinacionales y entidades financieros, como bancos, fondos buítres y fondos de pensiones, que compran tierra en los países pobres para producir alimentos o biocombustibles”.
Pero según esta ONG estos números responden a lo sucedido en el último lustro, aunque se cree que en total la superficie perteneciente a grupos especuladores se acerca a 200 millones de hectáreas.
La consecuencia lógica de este traspaso de tierras es el aumento de los alimentos, al ser considerados una materia prima más sin tener en cuenta su función primordial, satisfacer el hambre del mundo. Además este movimiento está provocando el desplazamiento de poblaciones rurales a las grandes ciudades, en especial en Asia, África y Latinoamérica.
Según Hobbelink el otro problema es que ha empeorado la producción alimenticia: “Se nos dice que la producción industrial de alimentos es más eficiente, pero nosotros pensamos que es al revés. Son las pequeñas explotaciones las que producen más y mejor, el ejemplo es la India, donde el 80 % de la tierra cultivable sigue con éxito en manos de pequeños agricultores”.
El informe de Grain argumenta que la agricultura extensiva que promueven los nuevos propietarios de la tierra cultivable, con un uso excesivo de pesticidas y fertilizantes, no solo no mejora la producción, sino que está detrás de la actual volatilidad de precios y de la crisis alimentaria que afronta el planeta.
¿Por casa cómo andamos?
En Argentina se conoció un informe parcial del Registro Nacional de Tierras Rurales dio a conocer un informe que arroja que “al menos 2,3 millones de hectáreas se encuentran en manos de extranjeros”.
Pero, este informe que como dijimos es parcial y aún le faltan datos ha sido refutado por Federación Agraria Argentina estima que el total es muy superior y que puede oscilar entre los 20 y los 25 millones de hectáreas.
Para entender lo que esto significa, el país tiene 279 millones de hectáreas en su parte continental. Pero las tierras cultivadas llegan apenas a los 31 millones de hectáreas. Pero esto no es todo, en el libro “Tierras S.A.: Crónicas de un país rematado”, los periodistas Andrés Klipphan y Daniel Enz hablan del proceso de extranjerización de la tierra acompañado de la “fiebre verde” u “oro verde”: el cultivo de la soja. Un proceso que es posible en un país en el que la concentración de tierras es el abono perfecto para el negocio.
Según esta investigación “la patria grande sojera está conformada por Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay. Los cinco países cuentan con 47 millones de hectáreas con soja transgénica”. En Argentina, puntualmente, abarca el 59 % de toda la tierra cultivada. En 1970 alcanzaba apenas el 1%.
Para cerrar un último dato, el Censo Agropecuario 2001 –cuentan Klipphan y Enz- desnuda que los 936 terratenientes más poderosos tienen 35.515.000 hectáreas, y en el otro extremo, 137.021 agricultores poseen solamente 2.288.000.
Por Damián Morais
Fuentes: www.finanzas.com - www.argenpress.info
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