AGRO 2.0 Edad y crédito agropecuario

Hablando de la edad de los agricultores en México, la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares que publica el INEGI, trimestralmente, indica que la edad promedio de los trabajadores independientes del sector agropecuario es de 51 años, 22.8% tiene más de 64 años y 38.5% de estos últimos se desenvuelve en unidades económicas familiares.

De acuerdo con la política bancaria, en México es común encontrar que la edad máxima para recibir un crédito es de 64 años, por lo que es evidente la necesidad de analizar aún más las condiciones de producción en el sector para encontrar opciones de acceso al crédito a este amplio segmento de productores.

De la misma forma que sucede en las empresas familiares de otros sectores, las empresas agrícolas se identifican por la participación activa de los miembros de una familia en las actividades operativas y administrativas de la empresa y se sustentan en una fuerte posición de liderazgo del jefe o jefa de familia.

Desde el punto de vista legal, la posición de liderazgo está ligada a la personalidad jurídica de la empresa familiar. Es por esto que, cuando el jefe de familia presenta una limitante de acceso a un servicio, comúnmente se excluye a la empresa de sus beneficios. Sin embargo, cuando la condición se presenta en amplios sectores de la población es pertinente proponer productos que permitan el acceso a empresas familiares.

El enfoque a empresas familiares permite identificar oportunidades de atención al segmento de mayor edad. De esta manera, el problema de acceso al financiamiento se encuentra relacionado con esquemas de crecimiento de la empresa familiar sin la pérdida de control por parte del jefe de familia.

Sin importar el instrumento legal que se utilice, la empresa familiar que busque prevalecer requiere de capital, por lo que es conveniente utilizar la figura de representante jurídico con facultades para solicitar financiamiento.

Para el caso, quien asume las funciones de representante no es la misma persona que dirige la empresa pero, al ser parte de la familia, garantiza la gobernabilidad de la misma.

Situaciones como la comentada, expuestas por las tendencias poblacionales, demandarán del diseño de esquemas financieros innovadores que abran las puertas del crédito a empresas familiares, al mismo tiempo que se mantenga una dirección experimentada, lo cual es la mejor combinación para proyectos de inversión.


*Marco Antonio Cabello Villarreal es subdirector de Diseño de Programas en FIRA. La opinión es responsabilidad del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.

Fuente: eleconomista.com.mx