El regulador S3H frena el proceso de muerte de las hojas, manteniéndolas verdes por más tiempo
Un equipo dirigido por el profesor de horticultura de la
Universidad de Cornell, Su-Sheng Gan, identificó una fuente enzimática de juventud que hace más lento el proceso de muerte de las hojas, descubrimiento que sienta las bases de la genética de la frescura, detalló el Cornell Chronicle.
En una serie de experimentos utilizando la planta Arabidopsis thaliana, Gan y sus colegas descubrieron un regulador clave – S3H – que actúa como un freno en el proceso de muerte de las hojas.
De acuerdo a lo informado, cuando los niveles de S3H son bajos, las hojas tienen una senescencia temprana, mientras que cuando está presente en niveles elevados da lugar a mayor longevidad de las hojas.
“Fue casualidad. No estábamos buscando este gen realmente, pero apareció en una encuesta anterior de genes involucrados en el envejecimiento de las hojas”, dijo Gan.
“Cuando lo caracterizamos, encontramos más de lo que estábamos buscando: un paso clave en el camino para controlar la senescencia de la planta que había estado eludiendo los científicos”.
Al inicio de este “camino” está el ácido salicílico, precursor del ingrediente activo de la aspirina, que es utilizado por las plantas como una hormona para activar el desarrollo y una respuesta a un ataque de patógenos. El gen descubierto rompe el ácido salicílico, silenciando el comando molecular que provoca la muerte. Además de afectar el tiempo de muerte de las hojas, también afecta a su promedio: mientras que a las plantas normales les toma más de nueve días en que una hoja pase del color verde al amarillo, aquellas sin el gen se vuelven amarillas en menos de tres días.
“Lo que hemos encontrado es el punto de convergencia entre los sistemas de muerte lenta y rápida”, dijo Gan.
“Cuando la planta comienza a acumular ácido salicílico, se enciende el S3H, que a su vez actúa como un freno en el proceso de descomposición del ácido salicílico, dándole a la planta el tiempo suficiente para reciclar todos los componentes reutilizables”, señaló.
El manipular esta vía también permitiría contar con mayores cosechas y plantas más saludables. Según lo informado, la senescencia después de cosecha disminuye la calidad de frutas y hortalizas. Por esto Gan visualiza aplicaciones que producirán vegetales de hojas verdes que se mantienen frescos en la nevera, ramos de flores que duran más tiempo, y cultivos que mantendrán sus nutrientes con una vida útil más larga y menos pérdidas post-cosecha.
“Gran parte de los progresos que han hecho los breeders en la mejora del rendimiento de las plantas son, en realidad, debido al retraso de la senescencia foliar”, dijo Gan.
“Necesitas tejido verde de larga duración para apoyar la producción de frutas, verduras y semillas, por lo que la senescencia limita el rendimiento de muchos cultivos”, dijo.
El estudio fue publicado en la edición del 19 de agosto de la revista de la Academia Nacional de Ciencias.
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