El financiamiento de la investigación agrícola en el mundo está cambiando y la mayor parte del dinero destinado a la detección de nuevos cultivos, ya no proviene de los gobiernos, sino del sector privado (las empresas).
Si bien crece el dinero destinado, se precisaría el triple de los aportes que hacen hoy los usuarios de los futuros materiales agrícolas. Detrás de cada cultivar que se lanza al mercado, existe un mínimo de 15 años de investigaciones y ensayos; el mayor desafío que enfrentan los investigadores es lograr que durante ese tiempo se financien los proyectos.
En los últimos años el financiamiento "viene aumentando" pero "aún así no es suficiente", dijo a El País Rubén Echeverría, un uruguayo que es director general del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT). El jerarca fue uno de los panelistas en la Segunda Conferencia Global de Investigación Agropecuaria para el Desarrollo (GCard 2012 por sus siglas en inglés), que reunió en Uruguay a más de 700 expertos extranjeros de todos los continentes.
"El financiamiento mundial para investigación agrícola está en mitades iguales entre inversión privada y pública. Antiguamente el 80% de la inversión era pública, pero en los últimos años vino creciendo la inversión privada, la inversión procedente de las empresas", admitió Echeverría.
El investigador no tuvo reparos al reconocer que en la investigación pública "hubo 20 años de sequía en el financiamiento y los aportes fueron disminuyendo. Ahora que la agricultura está de nuevo en el foco mundial, por suerte los financiamientos agrícolas públicos vinieron aumentando. Entonces a nivel mundial el financiamiento público son unos US$ 35.000 millones que se invierten anualmente".
El director del CIAT reconoció que "parece una cifra muy grande, pero frente a los desafíos de tener que alimentar una población mundial creciente, de tener que combatir nuevas pestes y enfermedades que surgen todos los años, además del cambio climático -porque se erosionan o porque las ciudades crecen o porque hay menos agua para usar en el rubro-, ante esos desafíos la estimación que hay es que se precisaría el triple del financiamiento que aparentemente estamos consiguiendo", dijo Echeverría.
Si lleva 15 años generar una variedad de arroz, "tenemos que tener, primero, científicos que sepan sobre el cereal y después, tener todo ese tiempo el financiamiento adecuado. No es un financiamiento como hacer una consultoría, sino que es un financiamiento estratégico a muy largo plazo. Es muy difícil hacerlo políticamente porque los gobiernos van cambiando", agregó el investigador.
Echeverría dijo que el desafío "es conseguir que se financien grandes programas y no una línea de pequeños proyectos agrícolas. El Uruguay es el mejor ejemplo en América Latina y el mundo de financiamiento público-privado, en donde la intensidad de inversión es 2%. Por cada US$ 1 que se invierten en investigación se generan US$ 20. En otros países del mundo, en la gran mayoría del mundo, se invierten apenas US$ 0,50", dijo este uruguayo director del CIAT.
Fuente: El País Digital
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