La mayor parte de la demanda se da en la recolección de café, pues se requerirán unas 70.000 personas este año para esa labor.
Así lo determinó el Instituto del Café de Costa Rica (Icafé).
También se necesitarán 3.200 trabajadores adicionales para la corta de la naranja, unos 2.000 más para piña, entre 2.500 y 2.700 para caña y entre 2.500 y 3.000 para la recolección de melón.
En estos trabajos temporales generalmente se paga por tarea lograda. Esto es por volumen que se cosecha. En el caso del café, por ejemplo, familias completas se dedican a la tarea y otros recolectores emigran desde zonas de maduración temprana (áreas bajas) a regiones de más altura conforme se va madurando el fruto.
Sin problemas. Para las cosechas de este período, los sectores productivos estiman que no habrá problemas por cantidad de mano de obra. Se basan en la población local y extranjera que se prepara ya para trabajar en estas labores.
De hecho, el Ministerio de Trabajo comunicó ayer, por medio de la oficina de prensa, que todavía no tienen solicitudes para el ingreso de extranjeros.
Édgar Herrera, director ejecutivo de la Liga Agrícola Industrial de la Caña de Azúcar (Laica), explicó que la molienda (periodo de recolección e industrialización) comienza el 1.° de diciembre.
La primera zona en entrar en corta es la de Guanacaste, pero en esa región ya casi toda la cosecha se hace con máquinas. Sigue el Pacífico central, donde también se usa maquinaria para recoger la caña.
En enero entra la cosecha en el Valle Central, donde sí se requieren manos para la corta de la caña, pues los terrenos son con pendiente y no permiten maquinaria.
Los cafetaleros enfrentan un atraso de 15 días en la maduración, por la caída en las lluvias. Eso puede causar que la parte final de la recolección en zonas bajas se junte con el pico de maduración de zonas de altura media, como el Valle Central, dijo Ronald Peters, director ejecutivo del Icafé.
Una eventual situación de ese tipo se puede presentar entre diciembre y enero y obligaría a buscar otros 10.000 recolectores, adicionales a los 70.000 que demandarán en las condiciones normales, explicó Peters.
Esta entidad realiza campañas en radioemisoras de zonas cafetaleras para atraer recolectores y tiene una línea gratuita a la cual pueden llamar los interesados. El número es 800-800-2233.
En el café se paga por cajuela recolectada (medida del tamaño de un canasto común). El valor oficial definido por el Ministerio de Trabajo es de ¢773,17, pero las fincas pagan más de ¢1.000.
El país espera recoger en esta cosecha 2,21 millones de fanegas o 44,2 millones de cajuelas. Al valor oficial, los recolectores se ganarán al menos ¢34.174 millones.
Estabilidad. Abel Chaves, presidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (Canapep), explicó que el “robo” de trabajadores de fincas piñeras para la recolección de melón, naranja u otras actividades ahora es casi inexistente.
Eso se logró, según él, porque el trabajador piñero valora la estabilidad de su puesto, pues la fruta se produce todo el año.
En relación con la naranja, Carlos Odio, presidente de Tico Frut, detalló que en el pico de recolección se procesan en esa firma 100.000 cajas de fruta al día, de 40,8 kilos, que corresponden a 24 millones de naranjas (unidades).
Calculó que se necesitan al menos 2.500 cosechadores en las fincas y unas 700 personas de refuerzo en la planta procesadora.
Fuente: nacion.com
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