La mayoría de las veces creemos estar alimentándonos sanamente sin percatarnos siquiera que estamos consumiendo un producto transgénico. Sin embargo, la industria de los alimentos busca vender y para esto se vale de herramientas que hace artificialmente atractivos sus productos.
Para tener una vida saludable y comer sano, lee la etiqueta de todo lo que consumas
Una manzana roja y brillante así como frutillas grandes y coloradas son atractivas a nuestra vista. Sin embargo, el consumo de estas frutas no siempre es tan sano como creemos dado que la industria alimenticia cada vez recurre más a la química y la ingeniería para atraernos con alimentos en apariencia naturales pero que, en verdad, no lo son.
La intervención en los cultivos ha sido tal que muchas especies de plátanos tales como la Gros Michael ha desaparecido. Hoy los del tipo Cavendish son idénticos gracias a la clonación y el monocultivo, según revela el portal Ehowenespanol.com.
Las bebidas deportivas, los congelados de todo tipo, aderezos y deshidratados también te resultarán deliciosos. La razón de su atractivo es el Glutamato de sodio (GMS) que contienen esos alimentos que realzan los sabores activando los receptores de nuestra lengua. Y aunque en Europa y Estados Unidos su uso no es cuestionado, el Dr. Russell Blaylock asegura que es tóxico para nuestro sistema nervioso.
Otra de las sustancias tóxicas y que suele provocar bronqueolitis obliterante es el diacetil, un compuesto usado para hacer las palomitas de maíz en minutos que sustituye la mantequilla.
Los endulzantes usados por la industria de los alimentos para hacer las bebidas más dulces también son cuestionables. El aspartamo es un edulcorante usado en productos de dieta, yogures, chicles y gelatinas, entre otros, y se trata de un polvo creado a partir de una bacteria clonada al que muchos adjudican migrañas, Parkinson y hasta cáncer.
¿Alguna vez te preguntaste qué es la gelatina? Seguramente desconoces que este producto está vinculado a una sustancia contenida en los huesos de puercos, vacas y peces que es reducido luego de extraer la proteína de esos animales y someterlos repetidas veces al agua caliente.
La L-cisteína es usada para acelerar el proceso de horneado especialmente en el rubro de la panadería y, a gran escala, es un polvo extraído de proteínas contenidas en plumas de pato, gallina y hasta pelo humano.
Los transgénicos son productos de nuestro tiempo y muchas veces los consumimos sin saberlo. En algunos países prohibieron su ingreso y en otros exigen el etiquetado de esos productos. Sucede que hay estudios que revelan que influyen en la aparición de alergias, resistencia a los antibióticos y, en animales de laboratorio, cáncer e infertilidad.
Lo que no es muy difícil de adivinar es que los colorantes no hacen bien. Y es que aunque no lo sepas, los colores brillantes rojos, rosados y púrpuras son conseguidos gracias al ácido carmínico que surge de los huevos fertilizados de la cochinilla.
Fuente: Universia España
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