Un plan preventivo para enfrentar y mitigar los efectos de un eventual Fenómeno del Niño o de un verano extremo, en el sector agropecuario del país, dio a conocer el ministerio de Agricultura.
Las probabilidades del Fenómeno del Niño, de acuerdo a los pronósticos del IDEAM, bajaron del 80 al 50 por ciento y su intensidad, hacia los meses de diciembre próximo a marzo del año entrante, sería de moderada a débil, recuerda la entidad en un comunicado de prensa.
“No olvidemos que un Niño leve es un verano fuerte lo cual mantiene la necesidad de dar una voz, no de alarma, pero sí de alerta a toda la agricultura y ganadería, para irnos preparando en la vía de morigerar los efectos”, señaló el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo Salazar.
El Plan de mitigación lanzado por el Gobierno está contenido en una cartilla en la que se advierte sobre los efectos del Fenómeno del Niño o del verano fuerte en el sector agropecuario y se formulan recomendaciones para los principales cultivos y actividades forestales, pecuarias, acuícolas y pesqueras del país.
Los factores climáticos, en particular la precipitación y los niveles de humedad, inciden sobre la productividad de los cultivos agropecuarios, según las diferentes necesidades de cada uno y su respectiva tolerancia al estrés hídrico.
Periodos de reducciones importantes en las precipitaciones durante fenómenos del Niño, llevan generalmente a disminuciones en la productividad agropecuaria y el impacto en algunos cultivos transitorios es ligeramente mayor que en los cultivos permanentes.
La reducción en la productividad agrícola es más notable en aquellas zonas donde las lluvias presentan un déficit alto y la capacidad de amortiguación del conjunto suelo-planta es menor (baja capacidad de retención de agua del suelo, altas tasas de evaporación y evapotranspiración).
Cuando las precipitaciones se reducen considerablemente, se prolongan los periodos de “sequía” en donde existen regímenes bimodales de precipitación, afectando considerablemente la productividad en el periodo en que se presenta el fenómeno.
Según los datos históricos del IDEAM, los cultivos más afectados han sido: fique, con una reducción anual promedio de 13%; yuca y palma africana, con 8%, y cebada, con 7% , seguidos por arroz, papa, maíz, algodón, caña panelera, plátano, cacao y fríjol. Igualmente, la producción de leche podría verse afectada en 4,9% en promedio.
El impacto del fenómeno El Niño se debe medir en el corto, mediano y largo plazo. Su presencia afectará principalmente labores como: cronograma de siembras, establecimiento y mantenimiento de actividades agropecuarias, consumo de agua, normal desarrollo fenológico de los cultivos, ciclo de vida de plagas y enfermedades, rendimientos, oferta y precios de los productos agropecuarios durante y después de su culminación.
Recomendaciones generales
• Utilizar con eficiencia el agua disponible e implementar sistemas de riego por goteo y microaspersión preferiblemente, evitando en lo posible el uso de sistemas de riego por gravedad.
• En los distritos de riego, se debe hacer una planeación de tiempos y turnos de riego para que todos los usuarios puedan tener acceso al agua.
• Priorizar, en los distritos de riego, la siembra de los cultivos más susceptibles a la sequía.
• Adecuar y/o construir reservorios para almacenar el agua (preferiblemente cubiertos) o tanques para suministrar riego en épocas críticas del cultivo.
• Utilizar labranza mínima cuando el suelo no está compactado o labranza con cincel para evitar voltear el suelo y mejorar las condiciones de retención de humedad.
• Se recomienda la implementación de las buenas prácticas agrícolas y pecuarias.
• Realizar manejo de coberturas como arvenses nobles, dependiendo del cultivo, para mantener la humedad del suelo.
• Donde sea posible, mantener riego sobre los pastos para que no se deterioren y puedan ser alimento para la producción de carne y leche.
• Almacenar alimentos y forrajes, que permitan alimentar el ganado en la época de sequía.
• Programar los ciclos de siembras para reducir las pérdidas de las cosechas evitando que estas coincidan, en la medida que sea posible, con los meses de mayor impacto del fenómeno de El Niño.
• El productor debe manejar las fuentes de forrajes como un cultivo y tener todas las prevenciones posibles a fin de controlar el recurso forrajero.
• No realizar quemas. De acuerdo con el Decreto No. 2143 de septiembre de 1997, las quemas están prohibidas. Recuerde que en épocas de fenómeno de El Niño se incrementan los riesgos de ocurrencia de incendios forestales y se puede causar pérdida de vidas humanas y enormes daños ambientales y económicos, que los pueden llevar a enfrentar problemas judiciales.
• Consultar periódicamente las páginas web de cada uno de los gremios del sector agropecuario, quienes han desarrollado un trabajo particular y detallado para cada una de sus actividades productivas.
Fuente: elespectador
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