Los acuerdos comerciales firmados con Canadá, Chile y Estados Unidos propiciaron el ingreso de 37.000 toneladas de carne de cerdo el año pasado, pero los productores nacionales no han podido despachar el primer kilo a los mercados externos.
La creciente importación del producto, sumada al sacrificio clandestino de cerdos, unos 900.000 el año pasado, son algunas de las preocupaciones que trata de despejar la industria porcícola, que ocupa a unas 250.000 personas.
Augusto Osorno Gil, director de la Asociación Nueva Porcicultura (ANP), confió en que la futura declaratoria de Colombia, como zona libre de fiebre porcina clásica, por parte de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) -y que anunciará el ICA-, servirá para abrir la puerta de las exportaciones. "El mercado potencial es Corea del Sur, un país que consume mucha carne de cerdo y con el que ya tenemos un tratado comercial", explica Osorno, quien insiste en que la promoción de un mayor consumo del alimento en el país, potenciarán al sector.
El dirigente afirma que como subsector agropecuario, la actividad pasa hoy por una "pequeña bonanza", pues producir un kilo de carne de cerdo cuesta unos 3.800 pesos y el de venta llega a 4.300 pesos.
En 2012 la porcicultura creció 6,6 por ciento, observando la mayor dinámica de la cadena agropecuaria, que en su conjunto llegó al 1,8 por ciento.
Alberto Botero Gutiérrez, docente de la facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Antioquia, resalta la calidad de la industria porcícola colombiana y sostiene que el concepto del marrano ya se acabó.
"Marrano era lo que se criaba en condiciones desfavorables y de cualquier genética y ahora tenemos una producción mejorada, con plantas de excelencia y personal calificado", precisa el catedrático, quien señala que la carne de cerdo es la de mayor proyección en el país, con un consumo anual de 30 kilos por persona en Antioquia, el mayor consumidor.
Según Botero, la transformación del sector ha logrado incluso modificar las características de los animales. "Anteriormente los cerdos tenían más grasa en la parte delantera que en la trasera, pero hoy la mayor proporción de carne del animal está en el tren posterior y es supremamente magra, llegando a tener cerdos con seis milímetros de grasa dorsal, que es un punto ideal".
Otros aspectos que defiende el docente, es la creación de una marca propia, porque el consumidor no quiere un genérico sino una marca determinada y reconocida, cosa que ya lo están logrando algunas granjas y plantas de beneficio. Adicionalmente, aboga por la profesionalización del expendio de carne, en lo que esta comprometido el sector
fuente: elcolombiano.com
© 2024 Creado por AGRO 2.0. Tecnología de
¡Necesitas ser un miembro de AGRO 2.0 para añadir comentarios!
Participar en AGRO 2.0