AGRO 2.0 COLOMBIA: Con huertas en casas buscan frenar hambre en Medellín

Hace meses que Rosa Anabela Pérez no compra verduras y hortalizas. Ella las ha cultivado durante dos años en la terraza de su humilde casa en Belén Las Mercedes.

Desde que tiene una huerta, su vida ha sido más fácil y feliz. Sus hábitos alimenticios y los de su familia mejoraron y, lo que antes no podía comer porque no tenía con qué, ahora lo degusta y le llega solo con bajar un piso.
No es una gran terraza, no. Es un espacio de 35 metros cuadrados y una cuarta parte que destinó para sus plantaciones. En otro lado, acondicionó como base botellas plásticas de gaseosas dos litros, y las colgó de una pared.
Tomates, cebolla, cilantro, remolacha y zanahoria yacen en el techo de la morada de Rosa, en el suroccidente de Medellín.
Ella y otros 14 vecinos están abasteciéndose de las huertas que la Alcaldía les está ayudando a implementar como una solución para combatir el hambre en la ciudad.
Ese proyecto, el de Huertas familiares para autoconsumo, hace parte del Plan de Educación en Alimentación de la Secretaría de Bienestar Social y busca beneficiar a 619 familias en Medellín.
“En la actualidad hay 61 huertas implementadas que son para autoconsumo. La cantidad que recogen no les alcanza para ser comercializada”, dijo Cesar Trujillo, coordinador del Plan.
Rosa fue focalizada como una mujer cabeza de familia que quería participar en el proyecto. Le brindaron educación al respecto y le entregaron insumos suficientes para desarrollar su huerta.
“Me di cuenta del proyecto en el barrio por una vecina. La gente de la Alcaldía viene y nos enseña a sembrar y a cocinar lo que recogemos”, explicó, al anotar que los productos de su huerta son orgánicos y mucho más frescos que los que antes compraba.
Los asesores también les han enseñado a fumigarlas. Eso lo resalta Estela Pérez, una vecina de Rosa que tiene una huerta más grande y que incluso le da para vender las legumbres que le sobran.
“Cuando hay velorios vendo muchas aromáticas”, confiesa, en tanto dice que dos veces por día trabaja en sus plantaciones, pero a veces se le va el tiempo con ellas.
También en corregimientos
Paradógicamente en las zonas rurales de la ciudad, sus habitantes carecen de conocimientos sobre cultivos.
Así lo detectaron los funcionarios de la Secretaría de Bienestar, quienes preocupados por esto decidieron ejecutar el proyecto de Huertas Familiares en los cinco corregimientos de Medellín.
En el de San Antonio de Prado, está uno de los que sirven como aprendizaje y es manejado por Isabel Castrillón.
Ella, una profesora que decidió cambiar su vida citadina por entregarse a sus plantas, enseña a 24 estudiantes de primaria el cuidado de huertas.
“Los papás se están motivando, porque sus hijos aprenden a cocechar de manera limpia y productiva”, dijo. Esos conocimientos los replican en la zona.
También les están enseñando sobre los beneficios para la salud que trae lo que siembran.
Otras alternativas
En los demás municipios de Antioquia el programa Maná ayuda a 216.000 niños a superar el hambre.
Mientras tanto otros programas como Buen Comienzo y La Sopita benefician a alredededor de 40.000 personas al mes en la ciudad. Dos de ellas, Rosa y Estela, no solo dejaron atrás el hambre, sino que ahora están llenas de felicidad.