Hasta hace no mucho, en China podían encontrarse en las góndolas de los supermercados aceite de soja no transgénicos, pero poco a poco ese producto ha ido desapareciendo y hoy es prácticamente imposible adquirirlo porque el aceite de soja transgénica va copando el mercado.
Wu Mei, una funcionaria a cargo de recolección de datos en la Oficina Municipal de Estadísticas de Pekín, dijo que en las grandes ciudades chinas es muy difícil comprar aceite de soja no transgénico ya que sólo lo producen las pequeñas aceiteras en las zonas rurales.
“Más del 90 % del aceite de soja en venta en Pekín ha sido modificado genéticamente”, dijo al portal El Pueblo en Línea.
EL AÑO CLAVE FUE 2001.
Según la Administración General de Aduanas, en 2001 la presencia de mercado del aceite de soja transgénico en el mercado de aceite comestible era muy pequeña, sólo representaba menos del 2 %.
Pero en 2013 el aceita transgénico aumentó hasta el 43 % según la Asociación China de la Industria de la Soja, un sindicato industrial de los productores, procesadores y comerciantes de soja, así como los investigadores científicos en todo el país.
El cambio comenzó a registrarse en 2001, año en que China ingresó en la OMC (Organización Mundial de Comercio) y aumentaron las importaciones de productos agrícolas. Así la industria agrícola tradicional de China recibió un duro golpe de los competidores extranjeros más avanzados, incluida la soja transgénica de EEUU y la colza transgénica de Canadá y Australia, que fueron vendidas a un precio más bajo que la producción local, haciendo estragos con la industria nacional.
En 2012 la producción de soja en China fue de 8,5 millones de toneladas, mientras que se consumieron 71,65 millones. En 2012, China importó 58,38 millones de toneladas, un 11,2 % más que el año anterior, informó Sinhu Futures, una compañía de Shanghai que ofrece servicios de intermediación, consultoría de inversión y gestión de activos.
El gigante de Asia también es el mayor importador de maíz en el mundo, que en su mayoría también es transgénico.
En 2013, la importación de maíz llegó a 7,2 millones de toneladas, de las cuales el 80 % habían sido modificadas genéticamente, de acuerdo con un informe de SCI International, un observador profesional de los productos básicos de China. El informe también dijo que la mayor parte del maíz importado de China proviene de Estados Unidos y el 95 % es transgénico, puntualiza el informe del portal El Pueblo en Línea.
Como un gran importador de productos agrícolas, China se ha visto obligada a entrar en contacto con más y más productos agrícolas modificados genéticamente, dijo Xie Jiajian, investigador asociado del Instituto de Protección Vegetal de la Academia China de Ciencias Agrícolas (Acca).
Por otra parte el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agro-biotecnológicas (Siaaa) indicó que en 2012 el 81 % de la soja mundial, el 81 % del algodón, el 35 % del maíz y el 30 % de la colza eran transgénicos. La mayoría de esos productos han sido vendidos a China.
TRES PRINCIPIOS BÁSICOS.
El Ministerio de Agricultura chino asegura que no debe haber preocupación por los alimentos transgénicos porque se cumple con tres principios que son: primero, poder rastrear el origen; segundo debe tener una etiqueta que la identifique como transgénica; y tercero el control dentro de ciertas regiones, para que todos los habitantes tengan el derecho de saber y elegir.
El Ministerio ha pedido a los expertos promover los alimentos transgénicos en China y hasta el momento se ha aprobado la importación de algodón, soja, maíz y colza transgénicos.
“GRANDES BENEFICIOS”.
“El hecho es que la gente está rodeada de alimentos transgénicos, aunque no sean conscientes de eso”, dijo Deng Zhixi, director adjunto del Centro de Investigación de Economía Rural del Ministerio de Agricultura de China.
“No importa si es en China o en los EEUU., no se puede sobrevivir sin comer alimentos transgénicos. Cada vez hay menos alimentos no transgénicos. Deberíamos tomar un enfoque más racional al respecto”, dijo y agregó que los EEUU han liderado al mundo en la tecnología de cultivos transgénicos. Si China está sumida en interminables disputas en lugar de seguir el ejemplo de los Estados Unidos, la seguridad alimentaria podría volver a ser un problema.
Huang Dafang, director del Instituto de Investigación de Biotecnología de la Acca, dijo que la tecnología del transgénico ha generado grandes beneficios sociales, económicos y biológicos durante sus 17 años de desarrollo. De acuerdo con el informe del Siaaa, 28 países habían sembrado cultivos transgénicos en 2012.
TRES TIPOS.
Hay tres tipos de productos modificados genéticamente.
El primero son los productos que son capaces de sobrevivir a los desafíos ambientales, tales como productos resistentes a los insectos, a las enfermedades y a las heladas. La mayoría de los productos transgénicos pertenecen a esta categoría.
El segundo tipo mejora la calidad y el contenido nutritivo. En este grupo se encuentra la soja transgénica.
El tercer tipo es para uso médico, como vacunas y remedios.
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