Es un hecho que desde hace algún tiempo el desarrollo agrícola hacia la laderas de los cerros se ha transformado en una alternativa productiva, debido principalmente al aumento de la demanda por alimentos y por el menor valor de estos terrenos.
Sin embargo, el uso de las laderas también conlleva un aumento de los accidentes laborales y se encarecen los gastos de las cosechas, haciendo que la industria en su conjunto pierda competitividad.
Es por esta razón, que la empresa ProGloria de la Región de Valparaíso —gracias al cofinanciamiento de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), del Ministerio de Agricultura— está desarrollando cuatro prototipos para generar un modelo de andarivel que permita mecanizar el transporte de la cosecha en las laderas de cerros y montañas de manera eficaz.
“Los beneficios que buscamos es disminuir los costos, ya que la mano de obra en ladera de cerros tiende a ser entre un 30 y 40% más cara que la tradicional. Y lo segundo es que beneficie en el aspecto de la cosecha justo a tiempo y no tener que depender tanto de la mano de obra”, indicó el coordinador de la iniciativa, Roberto González Ortiz.
Por otra parte, indica González, con esto se busca una reingeniería del capital humano, ya que se transformaría al trabajador que lleva el peso de la cosecha, en un técnico que opera una máquina.
La máquina denominada “Agromávida” (agricultura de montaña) será un equipo electromecánico, formato andarivel que transportará la carga en un sistema cerrado y que, oportunamente, puede generar energía eléctrica en su operación, principalmente cuando descarga la fruta, además de ser móvil y flexible lo que es más seguro que la labor actual.
Es por esta razón, que se diseñarán y probarán 4 prototipos, uno que sea autosuficiente para no requerir conectarse al sistema interconectado de energía eléctrica para su operación en bajada; otro para múltiples adaptaciones de terreno y movimientos horizontales en laderas; un tercero que pueda transportar en ascenso la cosecha en laderas y un cuarto que incluya todas las características de los anteriores.
La idea es diseñar y probar todos los prototipos, los cuales se irán retroalimentando entre sí, generando modelos comercializables a pedido del cliente según sus requerimientos de cultivo y características de los cerros donde estén cultivados.
Pruebas y diseño
Un agente importante en el proyecto es la Universidad Federico Santa María, la cual a través del Centro para la Creatividad y la Innovación, que es un laboratorio de prototipos, aportará en el diseño conceptual y de detalles del primer piloto.
Las pruebas partirán en la próxima vendimia 2013 de la viña San Esteban, ya que ella, además de ser asociada en el proyecto, tiene la problemática de cultivos en cerros, de mano de obra más costosa y requiere la oportunidad de cosecha a justo tiempo. Temáticas, que según González, se repiten en todo tipo de cultivo de esta condición.
Al respecto la ejecutiva de innovación de FIA y supervisora de la iniciativa, Paulina Erdmann, indicó que “este tipo de herramienta puede generar impactos positivos en plantaciones en suelos con altas pendientes, además bajo una modalidad de uso de energía renovable, que tiene uso en varias especies frutales que actualmente se plantan comercialmente en laderas de cerros, tales como paltos y cítricos”.
Entre los resultados que se esperan obtener con “Agromávida” destacan: un menor riesgo de accidentabilidad y enfermedades laborales; mejor regularidad en los programas de cosecha; menor riesgo de perder la oportunidad de cosechar justo a tiempo; y generar energía eléctrica en terrenos aislados. Para las empresas que adopten el sistema se apunta a aumentar la competitividad; recuperar la inversión en el corto a mediano plazo y prolongar la vida útil del equipo.
Fuente: infoagro
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