CHILE : Patricio Crespo: “Emprender reformas refundacionales, ejecutadas en tan corto plazo, constituye una fuente de incertidumbre que creemos importante disipar…”
Los candidatos presidenciales ya han dado a conocer sus propuestas para el país, y si hay algo que destacar, es que el agro es reconocido como un pilar de crecimiento que debe potenciarse.
Sin embargo, los planteamientos para lograrlo son tan disímiles como los mismos contendores. Algunos apuntan directamente a fortalecer el sector, mientras que otros proponen caminos que pueden debilitarlo.
Partamos por lo positivo. Impulsar las cooperativas y los Grupos de Transferencia Tecnológica (GTT), promover la formalización de la pequeña y mediana empresa agrícola y apoyar la regularización de títulos de dominio, como lo ha planteado la candidata de la Nueva Mayoría, son propuestas que van en la línea correcta. Todas fortalecen la asociatividad, la innovación y la capitalización, mejorando las oportunidades para que el agro pueda crecer y desarrollarse.
Igualmente beneficiosas son las medidas para reforzar la capacitación laboral que plantea la candidata de la Alianza, orientada a la certificación de competencias laborales de nuestros trabajadores según los requerimientos de los diversos modelos productivos del sector; a la formación en oficios y a un nuevo diseño del contrato de aprendiz. O las propuestas para fortalecer la educación técnica media y superior, integrando sus contenidos y adecuándolos a las exigencias del campo laboral. Estas iniciativas apuntan a formar capital humano de primer nivel, un promotor crucial de bienestar para los trabajadores y de competitividad para la agricultura.
Hay otros planteamientos que benefician al agro, pero llama la atención que sean presentados como “nuevos”, en circunstancias que muchos están en fase de concreción o, incluso, ya materializados. Se trata, por tanto, de una suerte de continuidad de lo ya impulsado en estos cuatro años.
Me refiero, por ejemplo, al proyecto de Estatuto del Temporero que la Nueva Mayoría ha prometido enviar al Congreso, siendo que este ya ingresó en 2011 al Parlamento y hoy se encuentra en su segundo trámite legislativo (está a la espera del respaldo de los parlamentarios de oposición para agilizar su aprobación). O cuando esta misma coalición propone avanzar en nuevas obras de riego a través de un programa de construcción de embalses en regiones, en momentos en que ya se está ejecutando un plan para levantar 16 represas. O cuando plantea cambios legales para optimizar la gestión de riego, pese a que recién fue aprobada una modificación a la ley 18.450, que eleva de 30 mil a 250 mil UF el tamaño de los proyectos asociativos al que pueden postular las organizaciones de regantes para emprender obras de conectividad hídrica y mejoras en infraestructura que les permitan elevar la eficiencia en el uso del agua para riego.
Finalmente, están los temas que inquietan y que no contribuirán de forma positiva al país. Fundamentalmente, el llamado de la Nueva Mayoría a reformar la Constitución. Entre otros puntos, su proyecto propone delimitar el derecho de propiedad privada en razón de su función social, lo que no hace más que generar incertidumbre sobre el futuro de este derecho que ha actuado como piedra angular del desarrollo de nuestra economía.
También plantea reconocer constitucionalmente el dominio público de los recursos hídricos y delegar en el legislador la regulación de los derechos de aprovechamiento de aguas. ¿Significa entonces que los agricultores podrían perder el derecho de aprovechamiento de las aguas que por décadas les han permitido emprender inversiones contando con seguridad de riego y gracias a ello alcanzar una posición protagónica como exportadores mundiales de alimentos?
Perderlos limitaría el desarrollo del enorme potencial agroalimentario de Chile y cubriría con un manto de inseguridad el futuro de nuestra actividad.
La agricultura ha sido pilar histórico del desarrollo en nuestro país. Seguir impulsando su crecimiento y perfeccionando sus instituciones es, sin duda, el camino adecuado para acercar a Chile a la ansiada meta de convertirse en potencia alimentaria. Por el contrario, emprender reformas refundacionales, ejecutadas en tan corto plazo, constituye una fuente de incertidumbre que creemos importante disipar, en aras de sustentar la estabilidad institucional que ha permitido al país crecer y acercarse a los umbrales del desarrollo.
¡Necesitas ser un miembro de AGRO 2.0 para añadir comentarios!
Participar en AGRO 2.0