El cierre de la última campaña para la uva chilena fue uno de los más complicados de los últimos tiempos, debido a problemas sanitarios en los embarques que derivaron en inconvenientes a la hora de la comercialización.
Se estima que, en el caso de muchas exportadoras, entre un 30% y un 40% del valor FOB del producto se perdió en las ventas a Rusia debido a problemas de calidad de la fruta y a fuertes problemas de mercado, causando pérdidas económicas aún sin cuantificar y debilitando las relaciones comerciales para ambas partes, de acuerdo con lo que publicó el sitio web freshplaza.es.
Esta situación, según comentó Álvaro Irarrázaval de Viasa Food, quien conoce muy bien el mercado ruso ya que exporta más de 700.000 cajas de diversos países de Sudamérica a dicho mercado por más de siete años, fue provocada por contratiempos como el exceso de humedad relativa, las lluvias en época de floración y cosecha, menos mano de obra calificada, problemas de riego, etc.
Esto no sólo afectó las exportaciones al mercado ruso, sino también a las dirigidas a otros destinos tradicionales para la uva de mesa.
Por otro lado, es importante destacar que en el caso de Rusia se dio una especial situación de sobreoferta de uvas de Chile en épocas en que no suele haber mucho volumen (Thompson, Red Globe y Crimson) y de la gran oferta que usualmente no competía tanto con Chile como la de Sudáfrica, Argentina, India, Egipto.
Para Álvaro Irarrázaval, “muchos importadores rusos también se aprovecharon de la situación adjudicando todo a problemas de calidad. Los precios, después de la Red Globe Peruana ,nunca repuntaron y así pasó con todas las uvas durante toda la temporada sudamericana. Creo que la calidad obviamente afectó el precio, pero la alta especulación de los rusos sumada a todo lo anterior provocaron que se terminara castigando mucho a todos los actores, dejando muchos heridos en el camino.”
Este año, como muchos saben, las protagonistas han sido las fuertes heladas que han afectado a toda Sudamérica y causado cuantiosos daños en la industria.
En cualquier caso, Álvaro Irarrázaval es optimista al respecto y espera que las pérdidas de volúmenes de exportación de uvas no superen el 10-15%, ya que si bien las variedades Flame, Superior y Thompson incurrieron en pérdidas significativas, sólo estas últimas preocupan más por su alta demanda en Rusia.
