La ciruela deshidratada no ha parado de ganar espacios en la canasta exportadora nacional. Al punto que sus exportaciones, en valor, están muy próximas a las de la fruta fresca, en 2011.
Entre 2001 y 2010 el volumen de exportaciones mundiales de ciruela deshidratada aumentó un 72,2%, llegando a 216.524 toneladas. Los principales países exportadores son Estados Unidos, Chile, Argentina, Francia, Holanda y Alemania. Dentro de ese panorama, Chile también viene creciendo. De acuerdo con la información de Odepa, Chile es el principal exportador del hemisferio sur, con envíos que en 2011 alcanzaron las 59.966 toneladas, por un valor de 112,3 millones de dólares. Esas casi 60 mil toneladas representaron cerca del 30% del volumen total de exportaciones del orbe de esa temporada.
Durante el año pasado, las exportaciones de ciruela fresca sumaron US$ 130 millones; las deshidratadas, US$ 112 millones y el jugo, US$ 12 millones. Al analizar estos valores observamos que la distancia entre un formato y otro se ha acortado y que la tasa de crecimiento de la ciruela seca es bastante mayor. Es más, el Servicio Nacional de Aduanas estableció que entre enero y junio de este año las exportaciones de ciruela deshidratada registraron un incremento en volumen de un 30% respecto del mismo período anterior, superando las 27.000 toneladas; y aumentaron 22% su valor, sumando cerca de US$49 millones. Los principales mercados para este producto chileno son México (15%), Rusia (14%), Alemania (10%) y Polonia (8%).
A raíz de esto podemos establecer que para este 2012, las ciruelas secas representan un hito de comercialización. Sus proyecciones de exportación al final de esta temporada bordean las 78.000 toneladas, lo que convierte a Chile en el principal exportador a nivel mundial.
Para el CEO de Chile Prunes, Andrés Rodríguez, las posibilidades de crecimiento apuntan a la comercialización en el extranjero, situación que se ve reflejada en mercados como el de Brasil, Polonia y Rusia que son los que han registrado un mayor crecimiento en las ventas. "Nuestras ciruelas son apetecidas por el mercado internacional, debido a las condiciones geográficas, climáticas, de producción y procesamiento, logrando un producto de gran calidad y con altos estándares", explica.
La deuda con el mercado interno
En la actualidad se exporta el 98% de la producción nacional a través de Chile Prunes. El problema es que el 2% restante no alcanza para que el producto sea conocido y demandado en nuestro país. Es aquí donde hay una gran oportunidad para el sector: dar a conocer las bondades del producto, buscar más oportunidades de comercialización y, por ende, generar demanda interna.
La tarea no es sencilla, la distribución en el país no es barata y podría repercutir en un precio final poco competitivo. Sin embargo, Chile Prunes ha dado los primeros pasos para acercarse al mercado local gracias a su inclusión en el programa Elige Vivir Sano que patrocina en parte la distribución de ciruelas secas en colegios y otros lugares públicos.
Las proyecciones indican que en el mediano plazo la producción mundial superará el consumo, por lo que es fundamental para la industria trabajar en pos de aumentar la demanda interna, buscar nuevas oportunidades de negocio mediante la diversificación de la oferta y la incorporación de este producto en alimentos procesados y snacks.
Con el fin de mejorar los rendimientos de huerto pero sin sacrificar la calidad por la que han sido reconocidas las ciruelas deshidratadas nacionales, los procesadores de este fruto deberán mecanizar los procesos, especialmente el de la cosecha, ya que hoy se muestra una mano de obra escasa y de alto costo.
Otro factor es la imagen mundial que se tiene respecto del producto nacional. Si bien hasta ahora la ciruela seca chilena ha tenido gran aceptación, no está de más desarrollar e intensificar los recursos de marketing para fortalecer y masificar la marca recientemente creada: "Prunes from Chile".
Todo lo anterior es de suma relevancia si consideramos que la demanda china va en aumento, por lo que en el futuro necesitaría importar unas 130 mil toneladas, abriendo un foco con gran potencial para las exportaciones chilenas.
El caso de Suecia
Las ciruelas deshidratas son un producto muy cotizado en este país. Un informe de ProChile estimó que el consumo per cápita en el mercado sueco ha ido in crescendo, fundamentalmente gracias a sus virtudes naturales. En Suecia, tanto los productos saludables como los orgánicos han aumentado su demanda y el valor agregado. Las ventas de este tipo de productos crecieron 11% en 2011.
Desde el año 2009 Chile es el principal proveedor de este país, ocupando entre un 38% y 44% de la participación del mercado. De esto se traduce que las ciruelas secas chilenas son ya un producto de consumo establecido y aceptado por los suecos, por lo que la calidad del producto y las condiciones sanitarias de éste deben mantenerse bajo cierto estándar para no afectar la demanda ni el precio. Por esta razón, se debe regular con cuidado el uso de pesticidas y otros agentes químicos en la producción de la ciruela, su posterior deshidratación y conservación ya que la pérdida de sus cualidades naturales y orgánicas podría repercutir en la gran aceptación que tiene hoy este producto en Suecia.
Fuente: El Mercurio
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