La industria olivícola nacional presenta una tendencia creciente en la producción de aceitunas, comportamiento que se hace más notorio en la elaboración de aceite de oliva, cuyo consumo está en proceso de expansión, debido a los beneficios que otorga a la salud y por tratarse de un producto (cultivo e industrialización) no agresivo para el medio ambiente.
Chile posee muchas áreas con condiciones óptimas para el cultivo y explotación de huertos de olivos de alto rendimiento y gran calidad. En los últimos años este cultivo ha experimentado una transformación radical, pasando de ser un rubro rústico con características de marginalidad a uno que atrae inversiones, gran expansión de superficie plantada con nuevas variedades y con incorporación de tecnología, tanto en los procesos de producción, como también en los de industrialización.
La producción de aceitunas en Chile se estima entre las 10.000 y 12.000 toneladas; sin embargo, ha presentado una tendencia cíclica bianual debido a que el olivo es un frutal que está sujeto al fenómeno de alternancia en la producción conocido como añerismo o vecería. Esto es consecuencia de fenómenos intrínsecos de la especie, pero que en nuestro país se han acentuado por el escaso manejo agronómico e incorporación de tecnología que se le ha dado al cultivo, caracterizándose entonces la producción por grandes volúmenes en un año, seguidos de bajos rendimientos en la siguiente temporada.
Recuerda sintonizar este sábado a las 8:30 am., Nación Fértil en Radio Agricultura (92.1). Además, junto al invitado de esta semana, conoce las noticias más destacadas del sector agropecuario y las cifras por rubro.
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