Comenzó la exportación de trufas a Suiza y ya existen clientes interesados en EE.UU. y Alemania
Agrobiotruf es una empresa dedicada a la producción de plantas micorrizadas con trufa y asesoría técnica especializada a los truficultores desde hace 13 años. En esta ocasión, uno de sus socios, Rafael Henríquez, habló con PRA para contarnos más sobre el cultivo de este hongo, que ya cuenta con exportaciones a Suiza, y los desafíos que deberán enfrentar las exportaciones futuras.
“La trufa negra de pèrigord, llamada así por su origen de una región de Francia, es causa de devoción en el mundo de la alta gastronomía, casi una religión. No por nada la llaman el “diamante negro” y su precio puede superar los US$ 1.000 por kilo en promedio pagados al agricultor, y cuando se trata de algunos gramos el precio aumenta hasta US$2.500 en el comercio local”, comentó.
Y es que la trufa, un hongo subterráneo “adosado” a las raíces de árboles, es considerado un tesoro para la gastronomía, el cual se cultiva en el campo chileno, entre la región Metropolitana y la de Los Lagos, desde el 2009.
De acuerdo a lo declarado por Henríquez, actualmente, en Chile hay más de 50 truferas establecidas, las cuales sobrepasan las 250 hectáreas. Sin embargo, sólo nueve están en producción, ya que tienen la edad y los cuidados necesarios. De estas nueve, cuatro eran ensayos que se hicieron hace un tiempo en los proyectos de inicios de la truficultura en Chile, por lo cual son muy pequeñas y las cinco restantes son unidades de baja superficie.
“Los huertos pueden tardar entre cinco y siete años en comenzar a producir, se da en pocos lugares del mundo y, además, para cosecharlas, se requiere de métodos muy particulares basados en el uso de perros entrenados que pueden detectar el potente y agradable aroma de la trufa que está bajo tierra, desde mayores distancias que los humanos”, señaló Henríquez.
“Todo esto se inició con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA). Ya ha pasado todo el tema de investigación y el desarrollo, así que ahora hay que empezar a tener datos y resultados para que la gente empiece a plantar y motivar a aquellos que deseen invertir en este cultivo. Lo principal es difundir, todavía hay gente en Chile que piensa que esto es un chocolate, por eso hay que hacer hincapié en que esto es un producto de alto valor culinario y monetario”, dijo.
“Este año surgió la posibilidad de exportar trufa fresca a Suiza, ya que uno de nuestros clientes tiene contactos en ese país y, a partir de eso, comenzaron los contactos para exportar trufas negras de pèrigord. Así surgió un interesado, que actualmente está comprando casi un kilo por semana y tenemos otros interesados en Estados Unidos y Alemania. No obstante, la principal dificultad de esta operación es la escasez del producto a nivel nacional”, comentó Henríquez.
Sin embargo, el socio de Agrobiotruf destacó que lo más importante, por ahora, no son las cantidades exportadas, si no los comentarios de los consumidores finales en Suiza.
“Las trufas chilenas destacan por su calidad organolépticas y su tamaño”, aseveró.
Consultado sobre las proyecciones y los futuros mercados a los que quisieran llegar, Henríquez indicó que: “Nuestra meta es que el país pueda llegar a mil hectáreas productivas para el 2025, lo que posicionaría a Chile como un actor relevante, con un 10% del mercado global de las trufas frescas. Lo que necesitamos es gente comprometida, visionaria que comprenda que esta es una oportunidad de negocio a largo plazo”.
“Sobre los futuros mercados podríamos comentar que tenemos interesados en Estados Unidos. Éste país consume alrededor de 15 a 20 toneladas de trufa por año, por lo cual es un mercado potencial. Actualmente, se están realizando contactos con países latinoamericanos y algunos europeos, entre ellos Alemania”, finalizó.
Cabe destacar que desde el año pasado, y con ayuda de FIA, los truficultores de Chile trabajan en un proyecto donde uno de los principales objetivos era “desarrollar las estrategias agro-comerciales que permitan posicionar a Chile en los mercados internacionales como un país exportador de trufa negra certificada”, a raíz de lo cual surgió la primera Asociación de Truficultores en Chile, la cual desde abril de este año está constituida (ATChile), y su presidente es el Truficultor Sr. Javier Rozas Vera.
Esta asociación, es la encargada de representar a los truficultores, buscar canales de comercialización, actuar como facilitador entre los socios y agentes compradores, y promover y fomentar el consumo y comercialización de la trufa chilena.
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