Los antibióticos se utilizan ampliamente en las grandes instalaciones de producción de carne de cerdo en ese país para promover el crecimiento y prevenir enfermedades en condiciones de hacinamiento. No obstante, el uso recurrente de dosis bajas de antibióticos en la cría de cerdo puede acelerar la resistencia a los medicamentos de “superbacterias” que amenazan la salud humana.
En buena parte debido al uso y abuso de estos fármacos, lo que ha dado tiempo suficiente a los microbios para aprender a hacerse fuertes. Pero, aunque ésta es la causa más importante, parece no ser la única de la victoria que empiezan a cosechar las superbacterias en el pulso contra la salud.
Otro foco se encuentra en las granjas. Vacas, cerdos y otros animales llevan años recibiendo tratamientos antibióticos ya no sólo para paliar enfermedades, sino también como elementos de prevención y de crianza, por ejemplo, utilizándolos para su engorde. Y a mayor abuso, mayores resistencias. Los investigadores apuntan a que este hecho también pone en riesgo la salud humana, ya que “estas bacterias transfieren posteriormente sus mecanismos de defensa y resistencia a otros microorganismos del medio ambiente y al hombre”, tal y como asegura James Tiedje, profesor de Microbiología y Genética Molecular de la Universidad de Michigan, y coautor de un estudio que alarma sobre estos peligros.
Consumer Reports hizo una investigación en cerdos en EE.UU. y encontró una generalizada contaminación con bacterias en la mayoría de las muestras, en gran parte resistente a los antibióticos…
“Nuestro análisis de chuleta de cerdo y muestras de suelo en EE.UU. encontró que la bacteria Yersinia enterocolitica, que puede causar fiebre, diarrea, y dolor abdominal, estaba muy extendida. Algunas muestras albergaban otras bacterias potencialmente dañinas, incluyendo la salmonella. Y hay más razones para estar preocupados por ‘la otra carne blanca’”, (dice CR.)
Alrededor de una quinta parte de los 240 productos de cerdo que CR analizó en un test separado albergaba bajos niveles de ractopamina, el medicamento que EE.UU. aprobó en 1999 para promover el crecimiento y la delgadez en los cerdos. En EE.UU. es comúnmente usado en los cerdos criados para la alimentación, pero está prohibido en la Unión Europea, China y Taiwán. “Nuestros expertos en seguridad alimentaria dicen que no deberían administrase medicamentos a los animales sanos para promover el crecimiento”.
Para evitar enfermedades, CR recomienda lavarse las manos después de manipular carne de cerdo, mantener la carne cruda lejos de otros alimentos, y usar un termómetro para carnes para asegurarse de que la carne molida de cerdo llega a 160 grados (145 para el cerdo entero.)
China y sus granjas sin control
Para evitar esto, países como EEUU, a través de la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA), proponía el pasado año una nueva iniciativa para evitar que, como hasta la fecha, el 70% de los medicamentos antibióticos que se suministran en EEUU fueran para los animales destinados al consumo humano; mientras que la Unión Europea se unía a la propuesta que se hacía desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) y acordaban en 2006 la prohibición del uso de estos fármacos para el crecimiento de los animales.
Sin embargo, hay otros países donde los antibióticos para animales están, en el mejor de los casos, débilmente regulados. Éste es el caso de China. “China es el mayor productor y consumidor de antibióticos del mundo. En una encuesta realizada en el año 2007, la producción anual de antibióticos estimada era de 210 millones de kilos.,
Conclusiones:
En vista de estas legislaciones relacionadas con el consumo y la administración de antibióticos para tratamiento y alimentación de cerdos, podemos concluir que en Argentina aún no hay una reglamentación que regule su administración, ya que queda totalmente librado al buen criterio del productor. Es así como cada productor debe ser informado y puesto en aviso de los riesgos por la aplicación indiscriminada de dichos antibióticos ya sea en su fase alimenticia o en el tratamiento de ciertas enfermedades. Una toma de conciencia es la base hoy del éxito de cada productor, sin dejar de tener en cuenta el debido trato institucional respecto de este tema puntual, ya que estamos hablando no solo de la crianza porcina sino que también y principalmente de la salud humana y del medio ambiente.
Maria Laura Gatti (Investigación y desarrollo)
Fuente: Universo Porcino
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