Los productores del norte de Espírito Santo (Brasil) son optimistas con el precio de la papaya, con una menor oferta. Los agricultores que se preparan para cosechar, ahora se ven ayudados por el calor.
El verano a un no llega, pero los días son más calurosos en el norte del estado con temperaturas en primavera que llegan a 35°. El calor favorece la producción de la papaya. El clima más caliente hace que la papaya madure más rápido y que la fruta adquiera un color más uniforme, amarillo, que tenga un mejor sabor y sea más dulce. Todas estas características ayudan al productor en el momento de negociar los precios de venta en el mercado.
La superficie sembrada con papaya es de cinco mil hectáreas, la misma que el año pasado en el norte del Espírito Santo. Dado que la producción esperada era de 360.000 toneladas, sufrirá una reducción del 40%. Las plantas más nuevas, con menos de un año, todavía sienten los efectos de un invierno más lluvioso que lo normal.
El Espíritu Santo, ocupa el segundo lugar en el ranking ya que produce el 33% de la cosecha nacional de papaya, después de Bahía.
Fuente: freshplaza
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