SENSAD-Tarija, 1 de octubre de 2013.- El Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria, departamental Tarija, decomisó 16 botes de plaguicida no autorizado en el país, los mismos que eran transportados en bolsos de viaje como equipaje, en un vehículo de transporte público de pasajeros en la ruta Bermejo (frontera con Argentina) -Tarija.
El producto de industria argentina se presenta bajo el nombre comercial de Magister 20 SC, solución concentrada, (fenazaquin: 4-tert-butilfenetil -4-il éter + coadyuvante, agua, c.s.p.) sin embargo, no cuenta con registro sanitario SENASAG que habilite su comercialización y uso en Bolivia, por lo cual la autoridad sanitaria, como brazo operativo del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras procedió al decomiso, en ejercicio de las atribuciones que le confiere la Ley 2065 y la Resolución Administrativa 055/2002 referente a plaguicidas.
“Las infracciones a la normativa son varias, comenzando por la prohibición de transportar plaguicidas en el servicio público de pasajeros, junto con alimentos básicamente por ser una sustancia tóxica y por los riesgos de contaminación que implica”, explicó el Ing. Néver Mejía responsable de puestos de control del SENASAG Tarija, a tiempo de precisar que “contrariamente a la normativa vigente de transporte y almacenamiento de plaguicidas y a las recomendaciones del mismo producto, éste era transportado como equipaje, en un bolso de viaje, cubierto con ropas, al lado del equipaje personal de otros pasajeros”. Además el producto Magister 20SC, presenta riesgos ambientales como toxicidad para abejas, es ligeramente tóxico para aves y extremadamente tóxico para peces.
Para enfrentar este tipo de situaciones, el SENASAG, por medio del programa de buenas prácticas agrícolas (PROBUPA), promueve el uso adecuado de plaguicidas, como última alternativa dentro de un plan de manejo integrado de plagas. En este sentido, son permanentes las capacitaciones al sector productor, transportadores, comercializadores legalmente establecidos. Sin embargo el control a particulares es más complicado porque conocen la existencia de prohibiciones y precauciones, jurídicamente establecidas, pero no toman conciencia de la real dimensión del riesgo de manipulación y uso de plaguicidas y por tanto no declaran su actividad ante la autoridad sanitaria y más al contrario tratan de burlar los controles.
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