Para cumplir con uno de los pilares de la agenda patriótica 2025 diseñada por el Gobierno, Bolivia necesita aumentar su producción agrícola nacional entre un 70 a 75 por ciento, según aseguró ayer Marcelo Traverso, presidente de la Asociación de Proveedores de Insumos Agropecuarios (APIA).
Traverso, al anunciar que este tema y otros serán tratados este miércoles en La Paz, durante el cuarto foro internacional especializado del sector, dijo que si el país pretende, además, exportar y generar divisas, se deberían triplicar los índices actuales de producción.
Según explicó, con esa política en la próxima década —cuando la población llegue a unos 14 millones de habitantes— no sólo se tendrá la capacidad de garantizar la seguridad interna, sino evitar que Bolivia forme parte de los países que soportarán niveles de hambruna tal como advirtió la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (ONU-FAO) en uno de sus informes.
El punto ocho, de los trece pilares que contempla la agenda patriótica 2025, señala que uno de los objetivos es “alcanzar la seguridad alimentaria con soberanía en el marco del derecho humano a la alimentación a través de la construcción de saber alimentarse para vivir bien”.
Sobre la seguridad alimentaria, el ministro de Economía, Luis Arce, informó que el Gobierno dio pasos importantes con la promulgación de la Ley de Revolución Productiva, la asignación de 200 millones de dólares en créditos del BDP para la producción de alimentos, construcción de silos y almacenamiento; creación de las empresas estratégicas de Producción de Abonos y Fertilizantes y Producción de Semillas y la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), entre otras medidas.
Por su lado, el delegado presidencial para la Agenda Patriótica, el viceministro César Navarro, al asumir el cargo explicó que la seguridad alimentaria con soberanía es posible ya que el territorio nacional cuenta con millones de hectáreas con capacidad productiva “y con hombres y mujeres dedicados a la producción, para la cual el Gobierno desarrolla políticas y estrategias de inversión en los sectores agrícola y pecuario”.
No obstante los esfuerzos realizados, existen algunas preocupaciones. La FAO informó que Bolivia, a pesar de tener la capacidad de cubrir su mercado de alimentos y ser autosuficiente, está importando un 25,7 por ciento de cereales para atender su demanda.
Por su lado, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior señaló que el 2012 la producción de trigo fue de 251.820 toneladas, y cubrió sólo el 39 por ciento del total demando por el país, estimado en 650.000 toneladas. El resto tuvo que importarse.
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