A la espera de que el Gobierno apruebe la próxima reforma energética, el sector de la biomasa reivindica el valor medioambiental de esta industria y defiende la aprobación de una regulación que aporte estabilidad al sector y fomente la inversión.
Según han coincidido los expertos consultados por Efeagro, con la reforma del sector eléctrico "paralizada" por el Ministerio de Industria, la incertidumbre se cierne sobre este sector, que ve limitado su crecimiento por la falta de inversión.
Los expertos temen, sin embargo, que el nuevo marco regulatorio juegue en contra del desarrollo de esta energía, tal y como ha comentado Manuel García Pardo, presidente de APPA Biomasa y uno de los promotores de Probiomasa, una plataforma que aglutina a todo el sector y que surgió en abril con el objetivo de consolidar una industria que podría generar 20.000 empleos en España.
García Pardo teme que finalmente la próxima reforma energética imponga una tasa a la generación de energía del 4,5 %, "que daría la puntilla a un sector con una rentabilidad mínima y se pondría en peligro la recogida de residuos como podas de jardín o restos agrícolas", lo que repercutiría en la proliferación de incendios forestales.
Según datos de la consultora Afi para Probiomasa, este sector genera un ahorro de 76,9 millones de euros anuales por incendios evitados gracias al aprovechamiento de la biomasa forestal, una cifra que ascendería hasta los 250,3 millones anuales de cumplirse los objetivos de apertura de plantas del Plan de Energías Renovables (PER) 2011-2020.
La imposición de esta tasa a la generación de energía se uniría a la suspensión de las primas para las nuevas instalaciones renovables que el Gobierno decretó en enero y que, según el técnico en biomasa de Asaja Sevilla, Carlos Mesa, afecta especialmente a la biomasa, un sector "que aún no está maduro" y necesita de dichas primas para consolidarse.
Mesa ha destacado el valor de la biomasa como alternativa para los agricultores que no encuentran rentables sus cultivos o como complemento para aquellos que necesitan aumentar su rentabilidad, lo que contribuiría a evitar el despoblamiento rural.
La generación de empleo es otro de los puntos fuertes de esta industria, que evita 77,1 millones de euros en prestaciones por desempleo (según datos de Probiomasa) e ingresa más de 4 millones en concepto de IRPF (con cálculos de APPA).
Por su parte, el técnico de UPA en la materia Javier Alejandre, ha recalcado que debido al marco legislativo actual "España está en la cola de producción de biomasa de la Unión Europea, cuando es el tercer país con mayor potencial".
Para Alejandre, el futuro del sector depende de que el próximo marco regulatorio no sólo de que no establezca ningún impuesto a la producción, sino también de que incluya "un tratamiento diferenciado para la biomasa", porque "desde el punto de vista del Ministerio de Industria las cuentas son unas, pero si se amplía la visión a Agricultura y Medio Ambiente, se apostaría por la biomasa".
El técnico en biomasa de Cooperativas Agroalimentarias, Juan Sagarna, ha defendido la necesidad de "dar un marco de estabilidad al desarrollo futuro de la biomasa" y, como argumento, ha destacado la importancia de este sector como actividad diversificadora del medio rural.
"La biomasa utiliza materias primas como cultivos energéticos y aprovecha residuos agrarios como la caña de maíz o la poda de olivares, viñedos y frutales: son recursos que no deberíamos desaprovechar en un país como España, tan rico en estos cultivos", ha argumentado.
La recogida de esos residuos y su tratamiento para un posterior peletizado -proceso que consiste en reducir los materiales a pequeñas unidades compactas-, tendría un "efecto enriquecedor para el campo", ha sostenido Sagarna.
Pablo Resco, técnico en Biomasa de COAG, ha explicado que el subsector de la biomasa térmica es "un buen lugar para empezar" a generar cultura y establecer las bases de una infraestructura local que, cuando consiga abastecer las necesidades de la zona, pueda empezar a llevarse a otros sitios e incluso a plantear la creación de una planta de energía eléctrica.
Resco ha afirmado que "existe mercado" para la biomasa térmica porque "las calderas y chimeneas alimentadas de restos es lo que siempre se ha usado, es barato y no requiere una gran inversión inicial; además, pese a la retirada de ayudas a la compra de este tipo de calderas, sigue compensando a los Ayuntamientos, porque el gasto en combustibles se queda en la zona".
"Desde hace mucho, se dice que la biomasa es un sector con futuro, pero cada año nos encontramos con la cruda realidad, que no hay un despegue, que los objetivos que se fijaron en el I PER quedaron muy lejos de lo que realmente se obtuvo y en la nueva normativa están incluso más bajos", ha concluido
Fuente: agroinformacion
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