Desde mayo, Argertina trabó la exportación por temas sanitarios. La Cámara de Comercio Exterior salió a advertir de las consecuencias.
El sector exportador de la uva de mesa entró en cuenta regresiva: a tan sólo 10 días de que comiencen a cosecharse en San Juan (Argetina) las variedades de uvas primicias para consumo en fresco destinadas a exportación, las autoridades sanitarias nacionales aún no logran destrabar con sus pares brasileños el ingreso del producto a ese país.
Eso hace peligrar un negocio que el año pasado movió casi 18 millones de dólares, con exportaciones por 49,8 millones de kilos de uvas a Brasil, un tercio de la producción local. “Hoy la exportación es inviable y la cosecha empieza a fines de noviembre, principios de diciembre”, advirtió ayer Antonio Gimenez, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de San Juan, refiriéndose a la vigencia desde mayo pasado de una traba sanitaria que estableció Brasil justo en un momento álgido de relaciones bilaterales, que fue interpretado como represalia a las trabas argentinas a productos brasileños.
Esa entidad que agrupa a todo el arco exportador agroindustrial sanjuanino salió ayer a alertar públicamente “de las indeseadas y graves consecuencias que pueden conducir a la pérdida de dicho mercado para la inminente temporada”, instó a “que se encuentre una solución con carácter perentorio” y manifestó su apoyo a las gestiones que viene llevando adelante el Gobierno provincial ante las autoridades nacionales. Mañana habrá otra reunión entre las autoridades sanitarias de ambos países, pero en las anteriores no se llegaron a soluciones, por lo que ha crecido la incertidumbre en el sector.
Según publicó Diario de Cuyo, de no destrabarse, las consecuencias no sólo serán para el exportador sino que también afectarán “miles de jornales”, según advirtieron los empresarios. “Si esa uva no se exporta a Brasil, ningún otro mercado podrá absorber la variedad Red Globe porque estará saturado”, dijo Maximiliano Turcumán desde la firma San Juan Trade, al explicar que ese tercio de la cosecha no pasará por las plantas de empaque que proveen de importantes salarios a la mano de obra.
“Nosotros empezamos a cosechar el 7 de diciembre y empleamos a unas 450 personas en el empaque. Hace 5 años que exportamos a Brasil y será difícil pensar en ubicar la uva en otros mercados. Rusia y Europa están muy cautelosos, no están comprando volumen”, informó Fabián Macenco, desde Argentine Lemon, en Pocito. “No hay plan B, la uva irá al mercado interno y eso no le conviene a nadie, se va a abarrotar al tener tanta oferta de uvas y generará un problema de mercado”, agregó.
Los exportadores también advirtieron que lo que no venda Argentina a Brasil (San Juan tiene el 90% de la exportación nacional) se perderá en manos de Perú y Chile. “Ese mercado no lo recuperamos más”, añadió Turcuman.
Entre tanto, y con la esperanza de que Brasil abra el ingreso de uvas con bromuración previa, el Ministerio de Producción sigue con la construcción de una bromuradora en Albardón. Pero Gimenez dijo que el sector espera “lograr el ingreso sin bromuración” y destacó un informe de FAO que pide limitar esas técnicas en alimentos.
Fuente: Infocampo
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