El problema es bastante grave”, manifestó Adolfo Strubbia, director de Sanidad Animal del Ministerio de la Producción. Fue el disparador que inició la última reunión ampliada de la Comisión Provincial de Sanidad Animal (COPROSA), en la que se expusieron las opiniones recabadas por distintas entidades, respecto de la creciente incidencia de casos registrados en la zona de San Guillermo, Villa Ana y Villa Trinidad.
Allí, mediciones privadas corroboradas luego con un trabajo ministerial arrojaron números preocupantes en 25 de los más de 410 tambos que controla sanitariamente la Fundación San Cristóbal Oeste. A su turno, los veterinarios de la misma destacaron que están trabajando en el control de la enfermedad desde hace más de 10 años, no obstante lo cual, reconocieron la veracidad de la información y la necesidad de aunar esfuerzos para revertir la situación.
El marco legal
A partir del 1º de junio, rige para todo el país la resolución 128 de SENASA, que, por primera vez, detallas las acciones a realizar para combatir la tuberculosis en los rodeos bovinos de la Argentina. Acompañando la decisión política, Santa Fe fue un poco más allá y dictaminó una norma provincial que permite implementar el trabajo a nivel territorial.
La norma establece un máximo de 180 días para la realización de la prueba en lo que se denominó “Zona de control avanzado”, compuesta por los departamentos San Cristóbal, Castellanos y Las Colonias, y el envío a faena a los 30 días en caso de detectar un caso positivo.
El marco legal llega a tiempo, en medio de una situación que preocupa a todos. Por eso, primero acordaron arrancar con paso firme. Y para lograrlo, lo mejor es contar con cifras claras. Los primeros trabajos de campo arrojaron cifras superiores al 60 por ciento en algunos establecimientos, lo que aceleró la toma de decisiones. Por eso, tanto la regional Santa Fe de SENASA como el Ministerio de la Producción intimaron a los productores involucrados a realizar otra prueba tuberculínica para contar con los datos certeros para fin de mes.
No es un juego
“No juguemos con la salud humana”, continuó la Dra. Ana Canal, ahora en representación de la U.N.L. La profesional, de extensa y reconocida trayectoria en los logros sanitarios alcanzados por nuestra provincia, fue contundente al aclarar que al tratarse de una zoonosis, se transmite al ser humano, y que la única medida conocida es enviar el animal a faena. “Ese animal enfermo transmite la enfermedad en su leche a los terneros en las guacheras, a los animales domésticos o la gente. Es un peligro para los animales, la gente y las exportaciones”, aclaró la especialista.
El tema no es menor, ya que los mercados mundiales exigen claramente un control sanitario estricto en este sentido y en el caso de algunos países (Rusia, por ejemplo) le otorgan máxima prioridad, por sobre otras patologías.
Por su parte, Pedro Torres, titular del programa de tuberculosis de SENASA, aclaró que estos casos de prevalencia son “lógicos”, en un escenario donde había una normativa de control y no de erradicación. “Esto causa muchos problemas, sanitarios y financieros. De allí la necesidad de la implementación de programas continuos, ya que todo lo logrado, se puede perder rápidamente”. Y aclaró que la Res. 128 es una exigencia del Estado Nacional, “un plan de largo plazo”.
Por eso se sugirieron alternativas que no causen el quebranto del productor involucrado. En esto, la Dra. Canal volvió a marcar el camino: “Secar las vacas enfermas para ir sacándolas del circuito de manera gradual”.
Por ahora, decretaron un impasse hasta fines de junio. Entonces, dispondrán de los números concretos de la realidad y, el comité técnico de COPROSA dictaminará los pasos a seguir.
“Estos casos de prevalencia son lógicos en un escenario donde había una normativa de control y no de erradicación. Esto causa muchos problemas sanitarios y financieros. De allí la necesidad de la implementación de programas continuos”
Pedro Torres
Jefe Programa Tuberculosis SENASA
Acuerdos y discrepancias
- En la COPROSA, todos expresaron su opinión. Los representantes de la Federación Agraria pidieron que se contemple la situación de los pequeños productores; el presidente de Carsfe defendió la posición de la producción, pidiendo que no sólo se sancione al productor, sino también a la industria que acepta la materia prima; y funcionarios del Ministerio de la Producción aclararon que algunos tambos “libres” de la enfermedad registran casos positivos y requieren ajustar el trabajo a campo. La ASSAL, por su parte, clamó para que esa leche contaminada no entre al circuito “negro” de comercialización. En lo que todos estuvieron de acuerdo es en la necesidad de una toma de conciencia y de un trabajo mancomunado para dar vuelta una realidad que preocupa
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