La sensación, desde el estricto punto de vista de las producción agropecuaria, es que finaliza un año "muy complicado" donde las relaciones con el Gobierno y el factor climático marcaron a fuego el devenir del sector.
El 2012 se inició con reclamos sobre la comercialización del trigo y del maíz, como si existiera la posibilidad de que se liberara este sistema: finalmente se extendieron los permisos de exportación a seis millones de toneladas para el trigo y 15 millones de maíz.
Sin embargo, en el transcurso del año las condiciones variaron de sequía a excesos hídricos, con el clima como gran protagonista y motivaron que la cosecha actual de trigo, de la que se ha recolectado el 67 por ciento, llegue con suerte a 9,8 millones de toneladas según la Bolsa de Cereales.
Por lo tanto, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno retrocedió este mes y sólo liberó de los seis, dos millones para la exportación de trigo y en febrero se verá.
El clima intensificó los análisis de los especialistas, por ejemplo, cuando no llovía allá antes de mayo, el director del Instituto de Clima y Agua del INTA, Pablo Mércuri, advertía que las precipitaciones llegarían y fue así.
Pero con virulencia, más de 13 millones de hectáreas de la provincia de Buenos Aires sufrieron anegamientos, destrucción de caminos vecinales, desborde de canales, la cuenca del Río Salado sobrepasada y las consecuencias no se hicieron desear: mortandad de animales, reducción de productividad de los tambos, hectáreas agrícolas inutilizadas.
Durante el 2012 cuando la sequía hacía estragos, llegó a discutirse sobre la "Argentina multirriesgo" y hubo anuncios de que se trataría el proyecto de un seguro para cubrir al productor de todo riesgo climático justamente.
En el interín llegaron precipitaciones, tornados, granizo, helada, vientos fuertes y la declaración de las emergencias agropecuarias por parte del Estado se hicieron esperar: aún se aguardan en su mayoría.
Liliana Núñez, jefa de Agrometeorología del Servicio Meteorológico Nacional insistía hace unos día en que las precipitaciones que tienen un ciclo de repetición cada cinco días no se debían al fenómeno El Niño.
Dentro de la polémica entre los expertos, Núñez tenía razón, si hubo un Niño (asociado con lluvias) en realidad fue corto e intenso, lo que hay ahora es humedad en altura que viene del Océano Atlántico y precipita.
Así como están las cosas, las posibilidades de una cosecha récord se comenzaron a alejar, pero la Bolsa de Cereales porteña a través del último Panorama Agrícola Semanal (PAS) del año, que se ha convertido en la fuente de estimación más consultada, decidió mantener la proyección de 19,7 millones de hectáreas a sembrarse con soja.
Consideró que las pérdidas de superficie en Córdoba y Buenos Aires serán compensadas con un mayor aumento del área sojera en el Núcleo del sudeste bonaerense.
Diciembre termina con 15,7 millones de hectáreas sembradas a lo largo del país; en la campaña pasada se recolectaron 45 millones de toneladas de soja y las perspectivas para este año no son muy diferentes.
En tanto, durante 2012 se elevaron las retenciones con alícuotas móviles al biodiésel y bajó el precio del biocombustible interno. Como resultado las plantas pequeñas, que superaban la quincena, cerraron.
El Gobierno dio marcha atrás y subió el precio segmentado en pequeñas, medianas y grandes empresas de lo que se paga por el producto que corta el 7 por ciento del gasoil.
Fue uno de los temas analizados porque la fluidez en las inversiones en el sector tuvo velocidad y mucha fuerza incentivada por el oficialismo y era una contradicción montar un escenario deprimido.
Otro de los tópicos que volvió a enfrentar al campo con el Gobierno fue el revalúo inmobiliario fiscal y la suba de impuestos en la provincia de Buenos Aires que llevó a un paro agropecuario.
En tanto, la última medida de protesta tuvo lugar este domingo con un cese de comercialización ganadero, ya que la Comisión de Enlace lo convocó para protestar por la anulación del decreto de venta del predio ferial de Palermo realizada en 1991, enclave que ahora volverá al Estado nacional.
El 2012 se presentó difícil para el sector agropecuario porque la sequía golpeó duro, luego el agua, la producción disminuyó en cantidad y cayeron los ingresos medidos en dólares, ya que los precios de los insumos subieron.
Como reacción, los productores se guardaron la soja, las procesadoras de aceite en consecuencia disminuyeron la generación con una subocupación importante de la capacidad instalada de molienda.
Las exportaciones de soja descendieron un 43 por ciento en los primeros once meses de 2012, según los últimos datos aportados por la consultora IES y las economías regionales reclaman la mayor atención.
El dirigente entrerriano Alfredo De Angeli habló en el predio ferial de Palermo, luego de que se cantara el Himno en un acto reivindicatorio, y reclamó "paz" y "diálogo". Un buen deseo para un 2013 que se intuye más conflictivo aún que el 2012.
fuente: terra
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