AGRO 2.0 ARGENTINA También sufren el cerdo y el pollo ! ! !

El límite a la exportación de carne vacuna y su amplia venta en las carnicerías locales lleva implícito un impacto negativo sobre los productores de otro tipo de hacienda, que no pueden competir con lo que es un auténtico rasgo cultural de los consumidores argentinos: a la hora de los bifes, lo que más rinde siempre es la vaca.
-¿Qué le ocurre a los productores porcinos y avícolas?
-Cuando ocurre como ahora que no se promocionan las exportaciones, al contrario, se dificultan, genera la caída del precio del vacuno. A medida que cae el precio del vacuno, se desincentiva la producción de cerdo y pollo. Hoy los productores porcinos están comenzando a complicarse y el productor avícola está realmente muy preocupado porque empieza a destruirse la capacidad de los argentinos para reemplazar pollo por carne vacuna.
-¿Comienzan a competir por precios?
-A igualdad de precios, los argentinos optan por la carne vacuna. Cualquier ama de casa sabe que si un pollo vale 15 pesos en una góndola, de un kilo esviscerado, una vez que le saca los menudos, la piel y el hueso, le quedaron 300 gramos de carne. La carne vacuna rinde mucho más. Mantener la carne vacuna a precios más bajos lo que hace es ir en contra de las otras producciones, que son de mano de obra intensiva, que tienen una velocidad de crecimiento mucho más rápida. También es proteína más barata.
-¿Difieren los costos de producción?
-Para hacer un kilo de pollo se necesita 1,5 kilo de maíz; para un kilo de cerdo se requieren 2,7 de maíz; y para un kilo vacuno hacen falta ocho de maíz. Si a la relación de productividad de cada uno de los alimentos para convertir ese maíz en carne le agregamos la velocidad de rotación del dinero, tendrían que dejar que la carne vacuna tuviera sus precios naturales. Así los argentinos continuarían consumiendo 100 kilos de proteína animal -más pollo y cerdo- pero con valores mucho más racionales. Esto le permitiría a la Argentina exportar dos millones de toneladas de carne vacuna con un ingreso de alrededor de u$s 2.500 millones. Desde la macro es una brutalidad lo que están haciendo con el sector.

Fuente: La Prensa