En cada cosecha se pierde el 40% de los nutrientes del suelo. No se reponen. El productor busca rentabilidad sin pensar en prácticas de mediano plazo.
Los nutrientes son un tema importante en lo que hace a la sustentabilidad y la productividad futura de los próximos años. Sin embargo, no parece adquirir la importancia debida por los productores, si tomamos en cuenta que el 60% de lo que se extrae del suelo se repone, o, dicho de otro modo, en cada cosecha se pierde el 40% de los nutrientes del suelo. Al respecto, los especialistas Hernán Sainz Rozas, de Balcarce, y Gustavo Ferraris, de Pergamino, analizaron la cuestión.
Sainz Rozas comento que “desde fines de los ’60 hay crecimiento de la producción agrícola y exportación de micronutrientes, junto a una nula reposición, ha hecho que los balances del suelo sean muy bajos. Hay deficiencias en zinc y boro. Solo en la provincia de Buenos Aires, podría haber un 40% del área con niveles bajos de estos minerales. Aparece como más problemático en Centro y Sur de Santa Fe y Centro y Sur de Córdoba”.
Para Gustavo Ferraris, “Dentro de los problemas del anegamiento, los micronutrientes serían un factor secundario. Están dentro del combo de problemas que se dan a partir de un exceso hídrico. Hay elementos de alta movilidad del suelo, como el boro, se pueden perder. En otros casos, las condiciones que hay cuando hay anegamiento hacen que prevalezcan formas químicas del zinc que no son disponibles”.
En dialogo con Radio Colonia, Sainz Rozas agrego que “los más importantes para mirar son el zinc y luego el boro. Hoy en fósforo estamos en 60% de reposición. Eso ha afectado su disponibilidad, pero los niveles eran más bajos que años atrás”, agregó Roza.
Un elemento a tener en cuenta a la hora de reponer nutrientes que toman en cuenta los productores, aseguran, es si se trata de campo propio o alquilado: Ferraris recordó que en “La zona donde estamos, en el norte de Buenos Aires, se considera que el 70% se producen en campos de alquiler. El productor piensa en una rentabilidad sin pensar en prácticas de mediano plazo. “El productor se maneja de una manera distinta. Si está en campo propio, maximiza recursos pero cuidándolo. En campo alquilado, trabaja sobre la tasa de retorno. Hay que tratar de focalizarse no solo en usar unidades de manejo caprichosas, sino en cada ambiente decidir una estrategia de fertilización”.
“Las estrategias son más coyunturales. El INTA tiene una larga trayectoria en herramientas de diagnóstico. Eso está orientado a decidir cuándo se deben utilizar (los fertilizantes), en qué dosis y de qué manera se deben aplicar. Las recomendaciones de aplicación de nutrientes se detectan cuando un ambiente es deficiente”, dijo Ferraris para Ondas de Campo.
“El trabajo de investigación-recalcó- pasa por allí, por encontrar deficiencias, buscar indicadores y recién ahí hacer una aplicación eficiente. No hay practica agronómica que tenga un impacto 0. Siempre hay convivencia con el mundo. Necesitamos alimentos baratos y para lograr eso es aumentar la producción. El desafío es hacerlo de manera sustentable”.
“En cuanto a los nutrientes, tenemos que adoptar las mejores prácticas, tanto para dosis correcta, como la fuente correcta, y el momento correcto. Si logramos que sea eficiente, vamos a lograr que no haya perdida de nutrientes”, adhirió Rozas.
Fuente: on24
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